Los vecinos del eje del tranvía exigen que los árboles que se repongan sean de envergadura

El inicio de la tala de los primeros 14 ejemplares comenzará la noche del domingo.
El Ayuntamiento convoca de nuevo a ecologistas y entidades vecinales en septiembre para abordar los trabajos.

Los vecinos del eje del tranvía exigen que los árboles que se repongan sean de envergadura
Los vecinos del eje del tranvía exigen que los árboles que se repongan sean de envergadura

Dado que su tala, por motivos de seguridad, es inevitable, los vecinos que viven en Gran Vía y Fernando el Católico han exigido al Ayuntamiento que la reposición de los árboles no se efectúe con ejemplares endebles ni raquíticos sino que sea con especies de buen fuste y envergadura. En la reunión que el concejal de Servicios Públicos, Alberto Cubero, mantuvo con las entidades vecinales, el Consistorio se comprometió a que el tronco de los nuevos árboles tenga, al menos, unos 30 centímetros de diámetro para que las nuevas especies puedan arraigar bien y ofrecer cuanto antes una amplia sombra a viandantes y ciclistas. Finalmente será la noche del domingo al lunes cuando una empresa contratada por Los Tranvías de Zaragoza –que paga los trabajos– comience la tala de trece ailantos y un chopo, todos ellos dañados por las obras del tranvía, entre las plazas de Aragón y del Emperador Carlos V. Además, según los informes que en su día encargó el Ayuntamiento, hay otros 47 árboles en situación "grave" o "muy grave", lo que implica que las talas podrían no acabar aquí.


Los vecinos y comerciantes apoyan la eliminación de los árboles si se hace, como es el caso, por motivos de seguridad. Como publicó ayer este periódico, el Consistorio sabe desde hace un año y medio la situación crítica de alrededor de 60 ejemplares. Sin embargo ha sido ahora, con la entrada del nuevo Gobierno municipal de Zaragoza en Común, cuando se ha actuado.


Isabel Brieva, vecina de la zona que se ha implicado desde el principio en el asunto, lamenta "el peligro que ha supuesto tener estos árboles todos estos meses en este estado" y admite que "no queda otro remedio" que eliminarlos. Eso sí, pide que no se planten "unos palitos", sino que los ejemplares tengan cierto porte y "se mezclen especies diferentes". Javier Jiménez Olmos, otro vecino que se ha preocupado por la polémica, ratifica que la solución pasa por "cortarlos y reponerlos", y pide "dar un margen de confianza" a los responsables de estos trabajos.


Desde la asociación de vecinos Fernando el Católico aplauden la actuación urgente, pero piden "que se piense en el después". "Lo que no tendría sentido es que nuestros nietos no vieran crecer esos árboles, tiene que ser una respuesta rápida con especies importantes", apuntan desde esta asociación, para quienes el eje de Gran Vía y Fernando el Católico es "un gran escaparate de la ciudad" que hay que cuidar.


Carlos Terrer, presidente de la asociación de vecinos Puerta del Carmen, explica que el Ayuntamiento también adquirió el compromiso de cambiar las jardineras de piedras blancas en las que apenas queda ya vegetación y tan solo lucen las telas negras sobre las que se asentaban. "También prometieron que cambiarían parte del mobiliario urbano (los bancos verdes)que está deteriorado", explica Terrer. Desde la asociación de comerciantes de Fernando el Católico, César Muñío solicita que se dé "un poco de brillo" al paseo. "Queremos que se haga algo en condiciones y que nos dejen participar en la toma de decisiones. El paseo necesita un mejor aspecto y sobre todo sombra, no queremos algo árido y despoblado", apunta Muñío.


Vecinos y ecologistas han vuelto a ser convocados en septiembre para hacer seguimiento de la tala y "participar en la mejora de la zona", en unas obras que costeará la sociedad de Los Tranvías, tal y como indicaba el acta de compromiso final de recepción de la obra.

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