Aragón es una potencia turística de camping. Es la comunidad española de interior que más campistas recibe y la cuarta de toda España, tras Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana. El año pasado, 307.246 viajeros (el 36% de ellos extranjeros) pasaron sus vacaciones en campings aragoneses, según datos del INE. Y este año las cifras van a ser mejores, según la tendencia del primer semestre y las estimaciones de la Asociación de Empresarios de Camping de Aragón.

"Este verano está siendo bueno para los campings aragoneses gracias al buen tiempo y a una ligera recuperación económica", afirma el presidente de la asociación, José Manuel Ferrero. Los campings esperan el pico de visitantes la última semana de julio y las tres primeras de agosto, con 80% de ocupación en parcelas y más del 90% en bungalows. "Estamos recuperando los niveles de antes de la crisis. En los últimos años, había disminuido el turismo de españoles y se había mantenido estable el de extranjeros", apunta el presidente de la asociación, que agrupa a los principales establecimientos campistas de la comunidad.

En Aragón hay cerca de un centenar de campings, la mayoría en la provincia de Huesca. Los turistas nacionales proceden fundamentalmente de Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana y País Vasco. Y los extranjeros, de Francia, Alemania, Holanda, Bélgica e Inglaterra. Pasan una media de 3,11 días en los campings aragoneses."El contacto con la naturaleza es un lujo"

"El turismo de camping compite con los hoteles y los apartamentos turísticos. La diferencia es la filosofía de las vacaciones. El turista de camping busca el contacto con la naturaleza, la libertad, el ambiente familiar", subraya José Manuel Ferrero, director del camping Lake Caspe.

"Llevamos catorce años yendo de vacaciones a distintos campings del Pirineo. El entorno es maravilloso y te da muchas posibilidades: puedes hacer senderismo, conocer pueblos, bañarte en ríos y también nos gusta correr por la montaña", cuentan Marisa Cebollada y Sergio Lanuza, que acaban de pasar cuatro días en el camping de Oto con su hijo Álvaro. Viven en Zaragoza y en agosto volverán a subir al Pirineo con su tienda de campaña.

"Empezamos con una tienda pequeña y poco a poco hemos ido incorporando más cosas. Ahora tenemos una tienda grande, toldo, mesa, sillas, cocina... Nos gusta mucho más la montaña que la playa. Es más tranquilo y más barato. Levantarte por la mañana, en plena naturaleza, junto a un prado de vacas es un lujo", aseguran.

"Los campings se han modernizado mucho, ofrecen más servicios, como piscina, actividades infantiles o wifi. Y destaca la proliferación de los bungalows, que han transformado la vida en los campings y han conseguido atraer a nuevos usuarios. Los bungalows ofrecen un alojamiento de mucha calidad, unido a la ubicación, los servicios y el ambiente del camping", señala el presidente de AECA.