-Enrique Santamaría, el anterior presidente, ha dejado el listón de la Fundación muy alto. Ozanam sostiene actualmente proyectos a lo largo de toda la vida del ser humano.

-El lema de Ozanam es ‘Trabajamos con las personas’. ¿Cuáles son sus principales proyectos?

-Con las personas mayores. Ozanam gestiona 9 residencias y centros de día, donde ofertamos casi 700 plazas de residencia y 300 de centros de día, además de prestar servicio de ayuda a domicilio a los ancianos...

-¿Qué programas desarrollan con la infancia?

-Con la infancia desarrollamos proyectos en el Casco Antiguo y también gestionamos una residencia de menores. Con los adolescentes y jóvenes tenemos hogares infantiles y pisos tutelados.

-¿Y con otros sectores de población más vulnerables?

-Tenemos programas con mujeres víctimas de la violencia de género, en pisos de alojamiento. Trabajamos con emigrantes en talleres ocupacionales. Tenemos un centro social con labor de formación, y una oficina de empleo. Además, contamos con programas de atención social en situaciones de infravivienda en Zaragoza.

-¿Cómo desarrollan los programas de empleo?

-La oficina de empleo intenta colocar a la gente a través de las empresas que canalizan sus ofertas de trabajo desde nuestro servicio. Este proyecto cumple, además, una labor importante, reestructurar la mentalidad de la gente.

-¿Podría explicar cómo?

-La crisis económica ha hecho patente que muchas trabajos que antes tenían demanda apenas la tienen ahora, hay un exceso de ofertas en determinados sectores. Aparecen nuevos nichos de empleo que se quedan sin cubrir. Tenemos albañiles, fontaneros, etc., que hay que reconvertir hacia las nuevas actividades. Primero psicológicamente, cambiarles la mentalidad, ya que pueden hacer otras cosas. Lo segundo, darles formación y por último buscarles empleo.

-Esto exige por parte de la fundación una constante puesta al día.

-Ozanam ha sido sensible a lo largo de su historia a los problemas que se han ido generando en la sociedad, en el entorno, y ha sabido acomodarse con una oferta de servicios para proteger a aquellos colectivos más vulnerables.

-¿Cómo se financian los proyectos?

-Un 66% de la financiación sale de los servicios que prestamos. Por ejemplo, los usuarios de nuestras residencias pagan la cuota que pueden. Después tenemos convenios con las entidades financieras, (Caixa, Ibercaja y CAI), que supone un 15%. La ayuda y colaboración con las administraciones públicas en los programas que sostenemos conjuntamente supone el otro 15%. Otra fuente de financiación son los donativos que recibimos gracias a la generosidad de los ciudadanos.

-Las cuentas claras...

-Las cuentas de la fundación son públicas y transparentes. El año pasado, en números redondos, tuvimos un resultado positivo de unos 50.000 euros. La Fundación hubiese tenido pérdidas si no hubiera sido por el rastrillo que realizamos a siempre a final de octubre.

-¿Cuáles son los objetivos a corto plazo que se propone realizar?

-En primer lugar, consolidar la financiación para poder tener recursos suficientes para los programas que sostenemos. En segundo lugar, procurar que la entidad mantenga la sensibilidad respecto a las nuevas necesidades. Es decir, saber estar a la altura de las circunstancias. Tercero, dar a conocer a todos nuestras actividades y, por último, mantener la transparencia de la entidad.

-¿Cuántos voluntarios tienen actualmente?

-Contamos con 950 voluntarios. De ellos, 800 colaboran para que el Rastrillo Aragón sea una realidad y unos 150 que ayudan en los pisos de acogida, en las residencias y centros de día, en nuestra actividad formativa, etc.

-¿Cómo valora la sensibilidad de los nuevos responsables políticos del Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza respecto a los sectores sociales más vulnerables?

-Es muy positiva la preocupación que expresan los políticos. Nosotros siempre colaboraremos y estaremos donde podamos echar una mano.