El legado del Ballet de Zaragoza, diez años después
El Centro de Danza realiza una labor educativa y de difusión entre escolares de esta disciplina, pero carece de proyectos artísticos.
Lo que lamenta Amador Castilla es que nunca han contado con presupuesto para proyectos artísticos propios del centro o para un plan de becas o formación preprofesional. De manera "muy puntual" han promovido alguna obra, como el Stravinsky a la carta que montaron en 2012 con el Conservatorio Superior de Música de Aragón y en el que involucraron a 65 estudiantes de Secundaria. El préstamo del vestuario de una treintena de producciones del extinto Ballet es otro de los servicios que se brinda. Lo utilizan de manera gratuita (pagando los portes y su limpieza) compañías profesionales y conservatorios públicos, además de las escuelas y academias privadas de la capital aragonesa. Desde 2006 se han atendido unas 200 solicitudes. La Compañía Nacional de Danza interpretó hace un año en el Teatro Principal la pieza Raymonda Divertimento con los tutús de estos fondos.
Una de las últimas propuestas la lidera la que fuera la última directora artística del Ballet, Patsy Kuppe-Matt, que desde 2013 coordina un taller intensivo, Laboradance, del que se han celebrado ocho ediciones con 104 bailarines de diferentes países que durante tres o cuatro semanas reciben clases y asesoramiento para dar el salto al mundo profesional. La defunción del Ballet se prometió paliar con, entre otras medidas, el refuerzo de la programación de espectáculos de danza. ¿Se ha cumplido? Los datos reflejan un descenso de este tipo de montajes, que han pasado de 20 en 2010 (el 21% de la programación) a 16 el año pasado (19%).
El concejal de Economía y Cultura, Fernando Rivarés, avanza que tienen planes para convertir el Centro de Danza en un "vivero" de compañías locales y bailarines de otros países que con becas o residencias puedan crear y colaborar aquí con gente de la tierra. Un proyecto que debe recibir el visto bueno del órgano de fiscalización y participación cultural.