"Una caja con alma", el nuevo lema de la Rural de Teruel para los próximos 3 años

La entidad financiera presenta en su asamblea anual ordinaria el balance de gestión de 2014 y el plan estratégico futuro.

El director general, José Antonio Pérez Cebrián, y el presidente, Jerónimo Carceller, en el centro.
El director general, José Antonio Pérez Cebrián, y el presidente, Jerónimo Carceller, en el centro.
J. escudero

El plan estratégico de Caja Rural de Teruel para los próximos tres años reforzará el modo de operar desarrollado a lo largo de su historia primando el trato personalizado a sus clientes, según aseguró ayer el director general de la entidad, José Antonio Pérez Cebrián. El nuevo lema elegido: "Una caja con alma", es, a juicio del máximo representante de la institución, "toda una declaración de intenciones". "No somos solo números, sino personas, no hemos promovido desahucios, y queremos seguir siendo cooperativa", matizó.


José Antonio Pérez Cebrián hizo ayer estas declaraciones al término de la asamblea ordinaria anual, donde se presentaron el balance de 2014 y el nuevo plan estratégico que se llevará a cabo hasta 2017. A la cita acudieron 300 socios y 1.800 representados.


Entre los objetivos planteados en el documento que regirá los destinos de Caja Rural figura, además del mantenimiento de la liquidez y la solvencia, la reducción de la morosidad, el principal problema del último año. De hecho, el porcentaje de impagos se situó en 2014 en un 17%, frente al 8%de 2012, entre otras razones, porque el volumen de concursos de acreedores fue considerable. "Tenemos que gestionar mejor el riesgo para evitar los impagos, que rozan casi con lo delictivo", apuntó Cebrián como uno de los objetivos marcados en el nuevo plan estratégico.

De las más eficientes

Pese a este lastre, Caja Rural de Teruel cerró las cuentas de 2014 con un beneficio bruto de 6,155 millones de euros, algo superior a 2013. El coeficiente de solvencia se encuentra en 11,07%, mientras que la ratio de eficiencia se sitúa en un 25,06%, lo que permite decir al director general que la entidad turolense "es una de las más eficientes del país".


Entre los datos más favorables figura la cuota de créditos, cercana al 37%, que, según Cebrián, convierte a la caja en líder en créditos de la provincia. Son cifras igualmente significativas la cuota de mercado alcanzado en 2104 del 34,62%, frente al 32,73% de 2013, y el margen de explotación, cifrado en 53,175 millones de euros, algo menos que los 61, 792 millones del año anterior, por lo que se consideran los dos mejores años de la entidad. "Va a ser difícil –explicaba Pérez Cebrián– mantener a partir de ahora ese volumen".


El responsable de la institución insistió en que una de las metas para los próximos ejercicios es bajar los niveles de morosidad hasta un 12 o 13%, como mucho. Consideró que el incremento de los impagos es "una señal de lo que ha sucedido en Teruel en los últimos años". "No llegan las subvenciones, no se hacen obras, entre ellas las de los hospitales previstos, por lo que tenemos un paro de un 21%, siete puntos por encima del registrado en Zaragoza o Huesca", puntualizó José Antonio Pérez Cebrián.


La trayectoria futura de Caja Rural se va a caracterizar por continuar trabajando para evitar la bancarización y la desaparición de la cooperativa de crédito. En este sentido, el responsable señaló su intención de seguir peleando para mantener su independencia financiera. "Mientras nuestra cuenta de resultados y balance sean buenos, sería un disparate pensar en una fusión", concluyó.


El presidente, Jerónimo Carceller, hizo alusión en su intervención al logro de Caja Rural de Teruel "de haber superado los 8 años de crisis, como una prueba de madurez". "Saldrá más fuerte –dijo– en un panorama en el que han desaparecido un gran número de entidades". Y se felicitó de no haber cerrado oficinas ni eliminado puestos de trabajo.

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