General Motors (GM) volvió a utilizar ayer la línea ferroviaria de Teruel para llevar su producción de turismos de la marca Opel desde la planta de Figeruelas (Zaragoza) al puerto de Valencia. La empresa retomó así este itinerario –iniciado el pasado 21 de abril–, tras un paréntesis de un mes en el que sus trenes se han ido por Tarragona –300 kilómetros más de distancia– al haber sido apercibida por el ADIF de que los portacoches no cumplían la velocidad acordada inicialmente y, por tanto, provocaban retrasos en los trenes de viajeros.

Pero el paso del tren de la Opel por la estación de la capital turolense no significa que el fabricante de coches haya regresado de forma indefinida a la línea de Teruel, necesitada de un aumento del tráfico de mercancías para alejar el fantasma del cierre. GM decidirá esta tarde, tras mantener una reunión con el ADIF, si consolida este transporte o no. El encuentro será mediante videoconferencia y en el participarán también las operadoras logísticas de la empresa y, probablemente, Renfe.

Fuentes de GM explicaron ayer que la empresa quiere que el gestor ferroviario "aclare las cosas". "Queremos que nos concreten qué ha pasado antes de tomar una decisión", añadieron, al tiempo que informaron de que el ADIF les permitió ayer circular por la vía de Teruel "con la composición actual".

Desde General Motors reiteraron, no obstante, estar "por la labor de ir al puerto de Valencia por la línea de Teruel", siempre que este trayecto resulte "eficiente y competitivo". "Nosotros lo que queremos es que nos planteen una solución y por eso vamos a reunirnos con ADIF", insisitieron.

El gestor ferroviario explicó, por su parte, que ha concedido una nueva franja horaria al tren de la Opel para que no afecte a la circulación de viajeros "y ya está todo solucionado". Según ADIF, GM solicitó al principio un surco para trenes a 100 kilómetros por hora, "pero luego iban a 80 por hora y eso no puede ser". Desde el ADIF añadieron que "todo se hubiera resuelto mucho antes si la empresa hubiera hablado con nosotros".

Al parecer, uno de los problemas es que el portacoches solo puede cruzarse con el tren de viajeros que viene de Valencia en la capital turolense porque otras estaciones intermedias, o carecen de un apartadero tan largo –los vagones suman 550 metros de longitud– o están cerradas, lo que condiciona al resto del tráfico. A ello se suma que en Teruel hay que hacer un cambio de maquinistas, pues los de Zaragoza no pueden ir a Valencia y viceversa. Además, la menor velocidad del tren cargado de coches, respecto a la solicitada al principio, afectaba a un convoy de viajeros que salía de Zaragoza detras él.

El tren de la Opel que llegó ayer a Teruel camino de Valencia salió de Grisén (Zaragoza) a las 14.35, 25 minutos antes que el primer convoy que hizo este recorrido el pasado 21 de abril. Estaba previsto que entrara en la estación turolense a las 18.55, pero lo hizo con 35 minutos de retraso. También llegó 40 minutos más tarde el tren de viajeros que salió tras el mercancías, pero no se debió a la presencia del convoy de la Opel sino a que partió de Zaragoza con es demora.