El hombre que acuchilló a su exmujer entró en su habitación mientras dormía

La víctima permanece en la uvi del hospital Miguel Servet aunque no se teme por su vida.

El hombre detenido el pasado sábado por intentar asesinar a su exmujer la acuchilló cuando dormía en su cama. El agresor, identificado como I. L. L., se aprovechó de que guardaba una llave del que había sido su domicilio conyugal hasta hace un tiempo para acceder a la vivienda a las 4.00 de la madrugada, entrar en la habitación de A. I. A. y atacarla repetidamente con el cuchillo que había cogido de la cocina.


Previamente, I. L. L. había sido avisado por R. M. M., portero de la urbanización de la Fuente de la Junquera en la que reside la mujer de que esta había estado en un restaurante de la urbanización con más gente, que luego se había ido a casa con un amigo y en esos momentos no se veía luz. El presunto homicida entró sin hacer ruido, se dirigió al dormitorio y la acuchilló. Al parecer, el amigo, A. J. M. salió primero corriendo pero luego se enfrentó con el agresor, lo que le supuso recibir varios cortes en los brazos, de los que luego tuvo que ser asistido en el hospital. El enfrentamiento entre los dos hombres se trasladó a las escaleras de entrada al chalé, donde quedaron restos de sangre.


Este periódico pudo saber que fue el propio I. L. L. quien, tras cometer la agresión, llamó al portero para decirle que "había sangre" en su casa y que avisase a la Policía.


El arrestado permanecía ayer en las dependencias de la Jefatura Superior de Policía de Aragón al igual que R. M. M., de 40 años, a quien los agentes del Grupo de Homicidios consideran un cooperador necesario en el delito de asesinato en grado de tentativa que atribuyen a I. L. L. Los dos serán puestos hoy a disposición del Juzgado de Violencia contra la Mujer número 2, que esta semana está en funciones de guardia.


Mientras, A. I. A. sigue en la uvi del hospital Miguel Servet y su estado continúa siendo grave aunque, según fuentes sanitarias, ya no hay riesgo para su vida.


La víctima, de 46 años, y el agresor, de 55, tienen dos hijos en común, estaban en trámites de separación y ya no convivían juntos desde hacía meses. Fuentes del entorno de la mujer aseguraron que esta le tenía miedo aunque nunca le había denunciado. "Este hombre llevaba muchos años haciendo daño", aseguraron y añadieron que esperan que "la ley lo castigue con dureza". Rechazaron que I. L. L. pudiera sufrir algún tipo de trastorno y dijeron con rotundidad que "sabía lo que hacía". También reclamaron más medidas para acabar con los maltratadores. "Separaciones hay todos los días, pero esto no se puede consentir", afirmaron.


Fuentes del entorno del arrestado, un empresario que ha tenido numerosos negocios de hostelería, pisos y locales en Zaragoza y que ahora explotaba una mina, explicaron que últimamente estaba tomando alguna medicación por depresión.

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