Aragón tiene una población de más de 6.000 perros potencialmente peligrosos

En Zaragoza, la Policía Local interpuso el año pasado 142 denuncias por carecer de licencia obligatoria.

En Aragón existen un total aproximado de 243.679 animales registrados por los colegios veterinarios de las tres provincias, de los cuales, más del 95% son perros. De esta cifra, alrededor de 6.000 son perros potencialmente peligrosos (PPP). Dentro de esta denominación se incluyen ocho razas: Pit bull, Staffordshire Bull Terrier, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, American Staffordshire Terrier, Rottweiler, Tosa Inu y Akita Inu


En Zaragoza, durante 2014 se registraron 343 denuncias relativas a perros potencialmente peligros, siendo 142 cargos interpuestos por carecer de licencia, 128 por hallarse en lugares públicos sin el bozal o la correa obligatorias, 26 por dejar sueltos a los animales, otras tantas por no constar en el censo (sin microchip) y 7 por no estar inscritos en el registro municipal, según datos facilitados por la Policía Local de Zaragoza.


Todas las denuncias suponen infracciones administrativas castigadas con multas o en caso de reincidencia incluso con la retirada de la licencia obligatoria. Si se carece de seguro, estaría tipificado como delito penal hasta el próximo 1 de julio de 2015. En Zaragoza, en 2014 se abrieron 86 atestados por este motivo.


Por su parte, la Guardia Civil de Zaragoza interpuso en 2014 un total de 62 denuncias relativas a animales potencialmente peligrosos. En 2015 suman 46 entre enero y mayo, según fuentes de la Benemérita que aclara que “lo más común es que se denuncien infracciones por carecer de licencia (…) por llevarlos sueltos o sin bozal”.


Por provincias, es Zaragoza la más poblada en cuanto a canes peligrosos con 3.960. Le sigue Huesca con 1154 y Teruel con una población de 846.


Atendiendo a criterios poblacionales caninos, en proporción, Zaragoza sigue siendo la que más porcentaje de peligrosos tiene, concretamente un 2,97%. Teruel provincia registra un 1,94% y la provincia oscense, un 1,79%.


Destacan las cifras de determinados municipios como Zaragoza (1.955), Calatayud (69), Ejea de los Caballeros (69), Tarazona (55) y Utebo (142) en la provincia de Zaragoza. En Teruel capital (228) y Alcañiz (65).  Y finalmente en Huesca (198), Monzón (68), Jaca (75), Barbastro (50) y Binéfar (30), según datos del Registro de Identificación de Animales de Compañía de Aragón (RIACA).


Desde el Colegio de Veterinarios de Zaragoza avisan de que la administración no controla a la población de perros potencialmente peligrosos como debería. La obligación del futuro poseedor de un PPP es la de postularse para conseguir una licencia de tenencia de este tipo de animal que consiste en un superar un test psicotécnico, estar libre de penales y ser mayor de edad.

De paseo, un perro por licencia

Una vez obtenida la licencia se trata de un documento personal e intransferible que confiere el permiso de paseo de un solo animal por persona. “Un perro es como un coche, puedes tener el coche pero para sacarlo a pasear tienes que tener unos permisos en regla. El coche solo podrá ser utilizado por quien tenga el permiso”, aclaran.


No obstante, existe la posibilidad de ser dueño de más de un perro potencialmente peligroso. La prohibición de paseo de un único perro se dispondrá siempre y cuando el otro can sea de las mismas características.


Esta obligación establecida por la Ley 50/1999, de 23 de diciembre, sobre el Régimen Jurídico de la Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos no es respetada por un gran número de dueños que cuentan con la pasividad de los consistorios que no llevan un seguimiento exhaustivo de los canes. “Los ayuntamientos pequeños se acuerdan de las licencias cuando ocurre algo”, advierten desde el Colegio veterinario, “el único que cumple es el veterinario y nosotros no somos la policía”.


Además, aducen que cuanto más rural es la zona menos control hay sobre la existencia de perros potencialmente peligrosos en relación a la población canina.


Desde el Colegio Oficial de Veterinarios de Zaragoza expresan su relativa disconformidad con la tenencia de este tipo de razas por las restricciones a las que se ve sometido el animal: utilizar siempre bozal, una correa corta y está exento de los privilegios que establece la ordenanza municipal del Ayuntamiento de Zaragoza sobre la Protección, Tenencia responsable y Venta de Animales, en concreto sobre el uso de zonas verdes.


El transporte público también está vetado para los perros potencialmente peligrosos. “La ley hay que cumplirla aunque es contraproducente. Estar toda la vida atado y llevar un bozal no es razonable”, apostillan desde el Colegio.