El zaragocismo es de los niños
Miles de niños vivieron en el partido del miércoles su primera gran tarde en La Romareda. Entre ellos, Daniel Aparicio Manero, de dos años, cuya imagen dio la vuelta a España por su expresivo modo de celebrar la victoria. Ayer, pudo conocer a uno de sus ídolos: Eldin Hadzic.
Daniel no se pierde ningún partido de La Romareda. "Va a todos", cuenta su madre Mónica. "Es muy apasionado pese a lo pequeño que es. Se vuelve loco en la grada: anima, grita, salta, agita la bufanda... Sus jugadores preferidos son Willian José y Eldin", añade. Ayer por la tarde, Eldin pasaba las pocas horas relajadas que le quedan en Zaragoza antes del decisivo partido en Las Palmas. Enterado de la imagen de Daniel, Eldin se animó a concertar una cita en las oficinas del club. "¡Es Eldin!", gritó el niño, reconociendo a uno de sus ídolos, nada más verlo. Y se pusieron a jugar a la pelota. "Es muy bonito ver a chavales así tan ilusionados con el equipo", apuntaba el bosnio, mientras autografiaba el balón de Daniel.
El niño es un encanto. Parece incomprensible que con dos años viva con tanta entrega el Real Zaragoza. Tiene chispa y desparpajo haciéndolo. Embobó a Eldin y a todo aquel que andaba por allí. "Daniel ya vino a La Romareda cuando yo estaba embarazada de él", recuerda su madre. "Con dos meses ya lo llevamos al Fondo Norte, donde tenemos nuestra localidad. Fue un partido contra el Sevilla, aquel 2-1 en el que marcó un golazo Hélder Postiga", relata su padre, Fernando. Fue la última temporada que el Zaragoza jugó en Primera. "La próxima vez que Daniel vuelva a La Romareda el equipo tiene que haber regresado a Primera", desea la madre. Y Daniel lo tiene muy, muy claro: "El Zaragoza va a ganar en Las Palmas".
La familia de Daniel es muy futbolera y zaragocista. Nada les haría más ilusión que ir a Las Palmas. Daniel es primo hermano de David Aparicio, uno de los jugadores del Real Zaragoza de División de Honor Juvenil y amigo de Jesús Vallejo. "Todos somos muy aficionados, toda la familia. Lo vivimos mucho. Es normal que Daniel haya salido tan zaragocista", cuenta el padre del chico. "Daniel viene viendo jugar a Vallejo mucho antes de que jugara con los mayores, porque íbamos a ver a su primo y eran compañeros", explica Mónica.
El partido contra Las Palmas recuperó el sabor de las viejas tardes en La Romareda y permitió observar cómo el zaragocismo sigue latiendo. Esa pervivencia está en los cientos de niños que acudieron al partido. Los últimos años han amenazado a una generación de zaragocistas que ha crecido, desde la infancia, la etapa de la vida en la que el sentimiento más y mejor se esculpe, entre tristeza y desolación. Daniel, al igual que otros algo más mayores, disfrutó de su primera gran velada en La Romareda. Por eso, varios zaragocistas identificaron en él la nueva ola generada por el equipo. Ha renacido la ilusión y el orgullo por el club, y Daniel lo representa mejor que nada. Ayer se proclamaba que debía ser la imagen de la futura campaña de abonados. "Por nosotros, encantados. Sería un honor", describe Mónica. Y así debería ser: Daniel, la imagen de la afición. Vallejo, del equipo. El Zaragoza del futuro.