"Inventar es ser un usuario enfadado"

Como inventor.

Y ¿no utiliza mejor lo de emprendedor que, como en la canción, es lo que se lleva ahora?

En unos años no hablaremos de emprendedores, sino de inventores. Esa palabra está ya quemada.

¿Cuántas veces ha dicho «qué invento es esto»? ¿Más o menos que Sara Montiel?

Cada día mínimo 30 veces.

Cuando dicen que está todo inventado, ¿qué contesta?

Absolutamente no. En 1800 y pico, el director de la Oficina de Patentes norteamericana, cuando accedió al cargo, dijo: «Qué poco trabajo, está todo inventado ya». Imagínate, hace dos siglos. De hecho mi museo, lo que dice en grande, su eslogan, es que no todo está inventado.

¿Qué querría guardar en su museo de inventos?

Me gustaría guardar la inocencia de inventar cosas nuevas, porque el día a día te va poniendo muchas trabas...

¿Ha probado usted sus propias creaciones?

Sí, por supuesto. Antes de lanzar nada al mercado, hay que probarlo en casa. ¡Mi mujer lo pasa un poco mal!

Y ¿funcionan sus sábanas afrodisíacas?

Bueno, tengo una hija de tres años y medio, de cuando salieron al mercado...

¿Son funcionales o solo buscan llamar la atención?

Las sábanas afrodisíacas empezaron como una campaña de ruido mediático, justamente para Expopyme, aquí en Zaragoza, en 2008, pero tuvieron tanto éxito que nos llamaron de Corea del Sur para que las vendiéramos. Y no conseguimos hacer que aguantaran 25 lavados, solo 15. Si no, sería millonario ahora mismo.

También inventó una lavadora que necesita un dedo masculino y otro femenino para activarla...

También era una campaña de ruido mediático, pero cuando hago campañas así busco que tengan una historia detrás. En este caso, para explicar que el hombre no daba palo al agua. Y justamente salió el día de la mujer trabajadora, hace ahora diez años.

¿Cómo es esta profesión?

Como otra cualquiera. Al final, desde fuera se ve muy divertida y, desde dentro, es muy angustiosa.

Claro, porque inventar también es sinónimo de fingir y falsear...

Inventar es ser un usuario enfadado. Y yo lo tomo más como eso, con ver cosas que no funcionan y la necesidad de cambiarlas.

Usted escribió ‘El manual del inventor’. ¿Qué debe hacer el que quiere crear, además de patentarlo rápidamente?

Confiar en sí mismo y ser valiente. Innovar no es tener grandes ideas, sino ser valiente para llevar a cabo las tuyas.

¿Qué es lo que más se crea en el mundo? ¿Indignación?

Estupidez. El ‘Elogio del imbécil’, que escribió Pino Aprile, está muy vigente. Y sobre todo falta sensibilidad. ¿Qué necesita hoy a la tecnología? Menos testosterona y más sensibilidad.

Si la energía ni se crea ni se destruye, ¿de dónde la sacamos?

La energía la sacas cada mañana cuando te levantas siendo autónomo. Te aseguro que ahí sacamos energía de donde no la hay.

Vino a Zaragoza a hablar de últimas tendencias en innovación. ¿Cuál es el último grito?

Al final, cambié la conferencia a ultima hora y hablé de cómo tener una actitud para ser tú el que genera las últimas tendencias.

Y ¿cómo se hace eso?

Hay que seguir un poco lo que hacen los niños, que no tienen prejuicios. Dicen que un creativo es un niño que se ha salvado. Y eso es lo que hacemos.

Ha colaborado en muchos programas, ¿está llena la tele de crónicas marcianas?

La tele es todo mentira, eso lo sabe todo el mundo. Y yo doy fe, aunque, de vez en cuando, sale alguna que otra verdad...