Gol y capitán
Jesús Vallejo marcó su primer gol con el Real Zaragoza. Lo firmó el día en el que se estrenó como capitán, luciendo la bandera aragonesa en el brazalete. El joven canterano, de solamente 18 años, sigue conquistando logros en el año de su irrupción.
Ayer, por ejemplo, en Tenerife ejerció de capitán del Real Zaragoza. Con 18 años. Sin rubor. Como si llevara haciéndolo toda la vida. No es común encontrar un caso así en el mundo del fútbol. Tampoco en la historia del club aragonés. Esos cometidos están reservados para quienes ya acumulan cicatrices y kilómetros y además les envuelve una piel especial: dura, con carácter o arraigada al lugar.
Pero la fuerza simbólica de Jesús Vallejo, a quien el zaragocismo presiente como bandera de una nueva época, de tiempos mejores que están por llegar, está en eso: es un joven viejo. Habla y actúa como un veterano. Piensa como un líder.
Juega con la madurez impropia de alguien con 18 años y 90 días de vida. Por eso, ayer se estrenó como capitán. "El brazalete del Real Zaragoza conlleva una responsabilidad. No me lo esperaba y ha sido una alegría", dijo ayer.
En este camino ascendente, en un año donde cada semana Vallejo quema una etapa a la velocidad del sonido, tuvo en Tenerife otro episodio de alcance vital. El defensor marcó su primer gol con el Real Zaragoza, convirtiéndose así en uno de los goleadores más jóvenes de su historia.
Jugó Vallejo ayer de lateral derecho. Una posición nueva, donde en el club se entiende que también puede rendir a buen nivel, ampliando así su perfil futbolístico. Ya advirtió durante la semana Ranko Popovic que se iba a trabajar con el joven jugador en ese sentido, moldeándolo posicionalmente para que pueda emplearse en todas las posiciones defensivas del equipo.
No importó ayer que apenas fuera el tercer partido que juega de lateral derecho en su vida. Vallejo fue el mejor del equipo. Sufrió en defensa en la primera mitad. Cristo Martín le complicó la vida con su regate interior y Jesús evidenció que aún debe pulir ese tipo de lances defensivos en esa posición. Sin embargo, en la segunda mitad Vallejo no solo se corrigió en defensa, sino que se convirtió en una de las pocas soluciones ofensivas del Real Zaragoza. Fue un recurso destacado: Vallejo dio profundidad, estiró al equipo y miró hacia el área rival con valentía.
En resumen, dejó huella en el puesto y se confirmó como una alternativa real algo más que una opción de emergencia a José Manuel Fernández en el lateral derecho del equipo.
No parece adivinarse aún el techo de Jesús Vallejo. Un capitán de 18 años. Aragonés. Zaragocista de cuna. Una joya que no deja de crecer.