Música en la escuela, más allá de aprender a leer, escribir y contar

La música es imprescindible en la formación integral de los escolares. Muy valorada en otros países europeos, en España es la gran olvidada.

Cuando en septiembre de 1987 me incorporé a mi primer destino en la escuela de Alcorisa, el director me ofreció la posibilidad de convertirme en el profesor de Gimnasia o de Música en la segunda etapa de EGB. Entonces, cualquier maestro, por el hecho de serlo, podía impartir estas asignaturas. Yo no tenía ninguna formación en estas materias. Elegí la Gimnasia y procuré transmitir alguna de las cosas que había aprendido en las clases de José Antonio Ferrando en mi último año de Bachillerato. Él fue el único profesor titulado en esta disciplina que tuve en toda mi experiencia escolar.


Unos años después, la LOGSE propiciaría la inclusión de la Educación Física, la Logopedia y la Música entre las especialidades que podían estudiar los aspirantes a maestro. La sensibilidad de la sociedad de los noventa no era la misma que la de la sociedad que impulsó la Ley General de Educación de 1970. Los diplomados en profesorado de Educación General Básica, que así se llamaban los maestros, se especializaban en Ciencias, Humanas y Lenguas. En 1979 se incluyeron la Educación Preescolar y la Educación Especial entre las especialidades de la diplomatura. Actualmente contamos con profesionales muy bien formados para impartir materias –como la Música– que hasta hace poco tiempo estaban fuera del currículum. Si pretendemos la formación integral de los escolares hemos de procurarles una educación que supere el leer, escribir y contar, contenidos tradicionales en la historia de la escuela.