​El Patronato del Archivo de la Corona de Aragón: ocho años y una única reunión como balance

Este órgano inactivo pretendía aumentar la cooperación de las CC.AA. implicadas en la gestión de los fondos documentales de la Corona de Aragón.

La constitución del Patronato fue en enero de 2007
​El Patronato del Archivo de la Corona de Aragón: ocho años y una única reunión como balance

La puesta en marcha del 'proyecto Corona de Aragón' y de la muestra sobre Fernando II en el Palacio de la Aljafería ha puesto de nuevo el foco sobre la importancia de la difusión de la historia aragonesa. Un pasado común y compartido con otros territorios que en los últimos años ha sido objeto de sonoras tergiversaciones y que ha excedido en la mayoría de los casos el ámbito académico.


En el verano de 2006, hace más de ocho años, el entonces Gobierno socialista anunciaba la creación del Patronato del Archivo de la Corona de Aragón, un órgano participado por las autonomías históricas ligadas a la Corona -con Aragón a la cabeza- y que respondía tras veinte años de reclamaciones a las peticiones interpuestas al Gobierno central por parte de Aragón, la Comunidad Valenciana y Baleares para coparticipar en la gestión del archivo, de propiedad estatal, pero con sede en Barcelona.


La historia del Archivo de la Corona de Aragón (ACA), uno de los más ricos de Europa, era por aquel entonces ya la de un gran equívoco que desde hacía 20 años estaba provocando disputas políticas entre las comunidades implicadas, y que entonces se vieron avivadas debido a una disposición adicional incluida en el recurrido Estatuto de Autonomía Catalán que contemplaba que “los fondos propios de Cataluña situados en el Archivo de la Corona de Aragón y en el Archivo Real de Barcelona se integren en el sistema de archivos de Cataluña”.


Apenas unos meses después, y tras su creación vía Decreto, el patronato ya era una realidad. La entonces ministra de Cultura, Carmen Calvo, firmaba su constitución el 20 de enero de 2007 en un acto en la propia sede del Archivo junto con los entonces presidentes autonómicos Marcelino Iglesias, José Montilla, Francisco Camps y Jaume Matas. Aquella foto fue el único acto que hasta ahora ha tenido dicho Patronato, que no ha sido ni disuelto ni convocado por el Ministerio de Cultura debido al bloqueo mantenido por el Gobierno Catalán al no designar un representante y reclamar como suyos parte de los fondos, guardados desde que Jaime II de Aragón lo creara en 1318 en Barcelona.Cuatro Ministros de Cultura, dos Gobiernos y tres legislaturas


Esteban Sarasa, profesor titular de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza estuvo en aquel acto. “Me invitaron como colaborador del Archivo, y la verdad es que todo fueron buenas maneras pero aquello quedó en absolutamente nada”, explica el profesor, quien señala que pese al buen planteamiento inicial, “se ha acabado convirtiendo en un asunto político que solo pueden solucionar los políticos”.


Desde el ámbito académico no se acierta a imaginar qué implicaciones podría haber tenido el correcto funcionamiento de este organismo, encallado debido a las diferencias entre las autonomías. Seguramente, porque nunca ha llegado a funcionar. “Lo cierto es que desde el ámbito de la investigación no afecta para nada. Cualquier persona acreditada puede ir y consultarlo, los funcionarios que los atienden son magníficos y es un archivo de titularidad estatal, como el de Simancas o el de Indias, que además ahora está disponible en buena parte en internet”, explica Sarasa.


De esa misma opinión es el también profesor de la UZ y escritor José Luis Corral, que no obstante señala que, “aunque las competencias sobre su gestión están fijadas por Ley como estatales”, la falta de acción de los distintos responsables que han pasado por el Ministerio de Cultura es el causante último de que el Patronato nunca se haya sentado a “fomentar e impulsar la participación de la sociedad en el enriquecimiento, preservación, conservación y difusión de los fondos documentales del Archivo de la Corona de Aragón” o “impulsar la relación e intercambio de carácter técnico e histórico con otros archivos de España y del extranjero”, tal y como recogía el Decreto que lo constituyó, que además señala que el pleno -compuesto en paridad por las autonomías implicadas- debe reunirse al menos una vez cada año.


“Si la Generalitat no nombra a su representante, lo normal sería que el Ministerio lo convocara igualmente, como si no lo nombra Aragón o no lo norma Valencia. Si debería estar funcionando que funcione”, recalca Corral, quien hace además hincapié en que el ACA es el Archivo de la Corona de Aragón, “no el de Cataluña, el de Sicilia o el de Aragón. Allí están los documentos por orden cronológico y no tiene ninguna posibilidad de ser troceado o repartido de forma alguna”.


Desde el Ministerio de Cultura, la última afirmación formal sobre el Patronato fue una respuesta parlamentaria a raíz de una consulta del diputado de CHA Chesús Yuste en noviembre de 2013. En ella se decía que “el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte tiene previsto instar una nueva designación de representantes, con el fin de que se pueda lograr un funcionamiento ordinario del Patronato”. Sin embargo, tampoco ha habido noticias posteriores tres legislaturas, dos Gobiernos y cuatro ministros después de su creación, a pesar de que prácticamente todos los partidos políticos han solicitado desde Aragón en alguna ocasión su puesta en marcha, incluido el actual Gobierno aragonés, cuando en 2012, la Consejera Dolores Serrat solicitó a José Ignacio Wert esta cuestión.


“Es una pena que algo que está constituido y que entendemos que solo puede ser beneficioso si funciona correctamente no se ponga en marcha”, asevera Gregorio Briz, último político aragonés en sacar a la palestra la “inacción” del Patronato, hace solo tres meses, en las Cortes de Aragón, donde recuerda que se aprobó ya por unanimidad una propuesta de su grupo para instar también al Gobierno de Aragón a reavivar este Patronato “fantasma”.