El fuego bacteriano se sigue propagando y afecta ya a los manzanos de la comarca

La superficie dañada es aún pequeña pero se requiere vigilancia ante su avance.

Imagen de archivo de las labores de arranque en una parcela de perales del término de Ibdes, en la comarca Comunidad de Calatayud, afectada por el fuego bacteriano
El fuego bacteriano se sigue propagando y afecta ya a los manzanos de la comarca

La enfermedad vegetal del fuego bacteriano con la que Aragón tiene que convivir ha continuado su propagación y afecta ya a casi todas las comarcas de la Comunidad. Además, se ha observado que esta bacteria, que daña principalmente al peral, está presente también en el manzano. Y esta es la principal novedad de la campaña pasada.


Los primeros síntomas de la plaga en esta especie de pepita ya se vieron en la comarca Comunidad de Calatayud en 2011, aunque la extensión del problema en el manzano ha ido ligeramente en aumento. Desde del centro de Sanidad y Certificación Vegetal del Gobierno de Aragón explican que, si bien no es algo especialmente preocupante porque no parece afectar a la estructura de la planta, hay inquietud porque el daño se pueda propagar en este cultivo.


La bacteria ha afectado por ahora a zonas de este árbol recién cuajadas lo que no tendría apenas repercusión en la producción, "pero hay una preocupación por dónde acabará ese daño en la manzana". Así lo señalaba el jefe de la Unidad de Gestión Integrada de Plagas de ese centro, Carlos Lozano, que cuantificó entre 4.500 y 5.000 las hectáreas que se cultivan de manzano en la Comunidad.


"La superficie afectada de manzano es pequeña y a nivel general anecdótica, pero junto con el agricultor, hemos de estar vigilantes para ver cómo evoluciona esta afección", manifestó Lozano.


El problema más grave está en el peral, pero se está demostrando que también el manzano es una especie sensible a la Erwinia amylovora, la bacteria que provoca esta enfermedad, y que "puede afectar a diferentes huéspedes", añade el jefe de la unidad.


Entre los frutales son sensibles el membrillero, el manzano y el peral, pero otras especies silvestres y ornamentales también pueden sufrirla. Durante todo el año 2014 se han continuado con prospecciones.


En la provincia de Zaragoza, los análisis se han centrado en unas 1.718 parcelas, básicamente de peral, y en el 10% de estas (unas 188), se ha constado la presencia del fuego bacteriano.


Desde el Centro de Sanidad y Certificación Vegetal, Lozano indica que se remitieron cartas a los propietarios de las fincas afectadas haciéndoles conocedores de la situación y obligándoles a tomar medidas para tratar de evitar la contaminación de parcelas colindantes.

La actuación cuando hay daños


La vigilancia "permanente y exhaustiva" para detectar los síntomas en el mismo momento en el que se presentan es fundamental. Hay momentos críticos para hacer esas inspecciones que Carlos Lozano sitúa en la floración principal, entre marzo y abril, y en las secundarias, que especialmente tiene el peral.


En caso de localizar daños en la planta, la actuación a seguir pasa por cortar "unos 50 centímetros por debajo de los síntomas visibles" y quemar los restos. Por el momento no hay tratamientos fitosanitarios que erradiquen esta enfermedad, establecida en gran parte del territorio de varias comunidades autónomas como la de Castilla y León, Extremadura, Castilla La Mancha, La Rioja, Navarra, País Vasco, Murcia, Valencia y Aragón.


El Jefe de la Unidad de Gestión Integrada de Plagas del Centro de Sanidad y Certificación Vegetal indicó que están experimentando con algunos productos que pueden "frenar o controlar la expansión de la bacteria". En esta campaña se ha llevado a cabo un ensayo en una parcela localizada en La Almunia de Doña Godina (comarca de Valdejalón), pero habrá que esperar a tener los resultados de varios años para sacar conclusiones. "Un único año de ensayos es demasiado poco tiempo", comentó Lozano.


Según explicó, se ha observado que algunos productos autorizados en España tienen una cierta eficacia para controlar las infecciones que se producen durante la época de floración, pero aclara que habrá que continuar trabajando en esa línea unos cuantos años más, para constatar si los resultados son "sólidos y fiables". Mientras tanto, habrá que convivir con el fuego bacteriano, cortando y eliminando las plantas afectadas, desinfectando las herramientas e incinerando los restos.

Algunas medidas


Hay otras medidas como limitar "en lo posible el abono nitrogenado, regular adecuadamente los riegos y hacer tratamientos con productos que pueden ser importantes para rebajar la cantidad de inoculo que esté presente en las parcelas de peral y manzano", manifestó Lozano. El cultivo del peral se ha reducido en los últimos años en Aragón por varios factores.


Hace años dejaron de autorizarse algunos productos fitosanitarios lo que complicó su cultivo, la psila del peral (un tipo de plaga específica) ha sido otra amenaza y, por último, desde hace cinco años también el fuego bacteriano. De la preocupación que existe en el sector agrícola, quedó constancia en una jornada sobre el peral y el manzano que organizó recientemente la Asociación de Empresarios de la Margen Derecha del Ebro, con sede en La Almunia de Doña Godina, y en la que participaron expertos de distintas Comunidades Autónomas.