Heraldo del Campo

Solo uno de cada cuatro agricultores en Aragón tiene menos de 50 años

Las ayudas e inversiones para implementar la llegada de los jóvenes al campo no acaban de funcionar. Los titulares de más de 65 años, por contra, siguen creciendo.

Campo de maíz de la pasada temporada
Solo uno de cada cuatro agricultores en Aragón tiene menos de 50 años
Javier Blasco

El relevo generacional en el campo aragonés está muy lejos de solucionarse. A pesar de que durante los años de la crisis se está percibiendo cierto repunte en el interés de los más jóvenes por volver a mirar al campo, esto no ha tenido un traslado real en las explotaciones agrarias.


El Instituto Nacional de Estadística publicó la semana pasada un extenso informe sobre la estructura del campo español que llevaba sin actualizarse desde el año 2007 y sus resultados, puestos en perspectiva, revelan que poco o nada ha cambiado en lo que respecta al envejecimiento del sector primario aragonés.


Según el INE, solo uno de cada cuatro titulares de explotación tenía menos de 50 años en el momento de realizarse el informe, durante este 2014. Y lo que quizá sea aún más grave, en total, de los 38.956 agricultores y ganaderos que hay en la Comunidad, hasta un 38% (14.714) encaran ya sin vuelta atrás la jubilación al haber superado la barrera de los 65 años. Son datos incluso peores que los del anterior informe de hace siete años cuando por ejemplo, había 2.380 titulares de explotación menores de 35 años, por los 1.074 que hay ahora.


La falta de músculo joven en el campo aragonés es uno de los problemas que más han denunciado en los últimos años las organizaciones agrarias, quienes han criticado que a pesar de las ayudas para fomentar la incursión de los jóvenes en la agricultura y la ganadería, la falta de decisión por atajar este asunto en aspectos fundamentales como la Política Agraria Común ha hecho que todos los esfuerzos acaben en saco roto. No en vano, tras la aprobación definitiva de aplicación de la nueva PAC por el Ministerio de Agricultura, los sindicatos denunciaron que el Gobierno había suavizado “una de las pocas medidas” que daban pie a un mayor relevo generacional, el llamado requisito de 'agricultor activo', que exigía obtener al menos un 20% de los ingresos anuales a través de la venta de sus productos, cuando hasta ahora se daban casos de explotaciones que recibían las ayudas comunitarias sin apenas producir alimentos.


“Además de que el contexto tampoco es el idóneo, lo cierto es que a día de hoy comenzar una actividad en la agricultura o la ganadería requiere una inversión muy elevada. O vienes de una familia que se haya dedicado al campo, o los costes de ponerse en marcha son muy elevados”, explica Jorge Valero, presidente de la Asociación Regional de Agricultores y Ganaderos de Aragón (ARAGA), quien a sus 36 años puede considerarse un agricultor 'joven' dentro de los estándares que marca el campo aragonés.


A este aspecto, la Uaga puso también cifras en un informe publicado el año pasado en el que recogía que solo 2.040 jóvenes menores de 35 años se habían unido al campo entre 2001 y 2012, más de una década.“Debe ser una apuesta para fijar población en el territorio”


Desde la Unión de Pequeños Agricultores, también se suman a denunciar la exigua perspectiva de futuro que tiene el sector primario aragonés. “Si no se empieza a trabajar ya, en cuestión de 25 años podemos estar ante un campo que esté en manos de muy pocas personas”, señala su secretario general, José Manuel Roche, quien hace hincapié en que el creciente interés de muchos jóvenes no está teniendo respuesta por parte de la administración autonómica.


“752 personas solicitaron las ayudas para comenzar a instalarse como agricultor o ganadero este año. Las últimas noticias que tenemos es que menos de la mitad las van a percibir, simplemente, porque no hay dinero”, explica Roche, quien cree que tanto a nivel nacional como aragonés no se valora el campo como un nicho de empleo, ni “se le da el valor que tiene para fijar población en las zonas rurales”.


De cara a 2015, la DGA ha presupuestado 9 millones de euros para las ayudas a nuevos emprendedores en el campo, una dotación que aumenta en 1,3 millones con respecto a este año aunque, eso sí, después de que esta partida se redujera considerablemente en 2012 y 2013.