El 'Berlin' mítico y lúgubre de Lou Reed se encarna en el Teatro de las Esquinas
Pablo Derqui y Nathalie Poza ofrecen tres representaciones de una obra que está dirigida por Andrés Lima
"La historia de Caroline y Jim (los protagonistas de la obra y de la canción que dio título al elepé de Reed) es, en realidad, una historia de amor señalaba ayer Andrés Lima. Una historia de amor a la altura de la de Romeo y Julieta; porque hay algo hermoso en el respeto con que ellos afrontan los problemas que les plantea la vida". En realidad, la canción es una puñalada moral, porque habla de una prostituta y un proxeneta, yonquis los dos, y de su trágica espiral de locura y amor. Desde Berlín es mucho más que una obra de teatro, un musical o un biopic. "Es un espectáculo para los sentidos, para disfrutarlo con el corazón, para sufrir mucho y para reír un poco". De hecho, aseguraba ayer Nathalie Poza, "como los personajes son muy destructivos, el trabajo actoral es especialmente complejo. Es una especie de poema visual. Nos hemos preocupado por buscar la fragilidad de estos personajes a los que la vida pasa por encima y la hemos puesto en escena. Pero es un trabajo duro...".
"Si fuera espectador, me gustaría asistir a obras de teatro como esta señalaba ayer Pablo Derqui. Es un espectáculo más emocional que intelectual, entra antes por el estómago que por la cabeza, y durante la función se generan silencios mágicos en el patio de butacas; una especie de silencios que te hacen desear estar sentado allí".
Los devotos de Lou Reed encontrarán muchos pequeños tesoros a lo largo de la obra, en la que se escuchan todas las canciones del disco, algunas interpretadas por la pareja de actores (Nathalie acompañándose al piano, Pablo a la guitarra; ambos han tenido que prepararse para ello). Pero no hay imitación, sino sentimiento. "Queríamos llegar a la versión más humana de la música de Lou Reed decía ayer Andrés Lima, una música cuya principal virtud es llegar a la sencillez desde la profundidad". Y Nathalie Poza concluyó: "Hacemos sobre el escenario lo que sabemos, que es interpretar. Nos damos una paliza tremenda porque, aunque pueda parecer sencillo tocar al piano la melodía de Vanishing act, es una música que te conmueve tan profundamente que tienes que tocarla con todo el alma".