El Museo del Origami afronta su segundo año renovando la mayoría de sus fondos

Modelos de Fernando Gilgado comparten espacio con obras de autores latinoamericanos.

Figuras navideñas realizadas con papel
El Museo del Origami afronta su segundo año renovando la mayoría de sus fondos
Aránzazu Navarro

El Museo de Origami del Centro de Historias de Zaragoza celebra su primer cumpleaños con una variada exposición, titulada ‘Papiroflexia bicolor’, que reúne cientos de modelos del artista madrileño Fernando Gilgado junto a obras de autores latinoamericanos y belenes navideños. Con esta muestra, que abrió ayer sus puertas al público, se renueva el contenido de las salas, para ofrecer, hasta el 15 de marzo de 2015, un amplio panorama de la técnica del arte del papel plegado, a la que está dedicada este centro.


La nueva propuesta gira en torno a Fernando Gilgado, uno de los papiroflectas más conocidos de España, autor de numerosos libros sobre origami, que ha invertido más de seis meses en la ejecución de las piezas que se exhiben en Zaragoza. El director del museo, Jorge Pardo, explicó que "saca un gran partido al papel de dos colores", con modelos propios que forman parte de originales y complejos dioramas (‘Paisaje campestre’), "que representan cuatro escenas: una montaña, el mar, seres mitológicos de la noche y la prehistoria". La peculiaridad es que todas las obras parten de una única hoja –con las dos caras de diferentes tonos– y consigue crear todo tipo de objetos, como dinosaurios, patos, personas, árboles... aprovechando las potencialidades de la materia prima.


El museo acerca, además, belenes y figuras de los Reyes Magos, así como trabajos de autores latinoamericanos como Patrizio Kunz, de Chile, Daniel Naranjo y Jaime Niño, de Colombia, o Alejandro Dueñas, de Perú, entre otros. "Cada tres meses cambiamos el 90% de la exposición", adelantó Pardo, que indicó, al mismo tiempo, que se pueden ver muchas figuras nuevas, junto a fondos que ya se habían exhibido con anterioridad. Es el caso de un rinoceronte (realizado a partir de un papel de 8 por 8 metros), que ahora se puede ver junto a un hipopótamo, ambos de grandes dimensiones.


A lo largo del recorrido por los diferentes espacios (que comienza con una explicación de la historia del origami y de sus técnicas) destacan figuras del matemático estadounidense Erik Demaine, del francés Eric Joisel o de los españoles Aníbal Voyer o Carlos González, por citar solo unos nombres. Entre las piezas que forman parte de la colección del museo llama la atención un mural, denominado ‘Bosque’, creado por los Amigos Plegadores de Bogotá, las joyas de la italiana Vanda Bataglia o el trabajo ‘Esponja’, realizado por Sergio Antioquía con 64.000 papeles diferentes.

Piezas viajeras


El Museo del Origami ha prestado fondos para diferentes muestras fuera de Aragón. Tal y como relató su director, Jorge Pardo, "ahora hay una exposición en el Museo Jurásico de Asturias", que estará abierta hasta mayo.


Por otra parte, en colaboración con la Obra Social de Ibercaja, "llevaremos fondos a Guadalajara y a Huesca". Además, a finales de abril se inaugurará otra propuesta en el Museo de la Imprenta de Madrid.


Jerónimo Blasco, concejal de Cultura del Ayuntamiento, valoró positivamente el primer año de este centro, cuyas cifras de afluencia (30.651 personas) lo sitúan en la media de los asistentes contabilizados en los museos municipales. El director indicó que "es rentable en cuanto al número de visitas y de éxito, pero no tanto respecto a los ingresos", aunque confió en recibir, en un futuro, apoyo económico tanto por parte del Gobierno de Aragón como de la empresa Saica. "Hay que intentar –señaló– aumentar las ayudas externas que recibe este museo".