¿Debe modificarse el carnet B y que no permita llevar motos?

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha recibido una nueva patata caliente por la que tendrá que pronunciarse próximamente. En esta ocasión el debate gira en torno a la posibilidad de no permitir a los poseedores de un carnet de conducir del tipo B conducir motos y ciclomotores de hasta 125 centímetros cúbicos.

Ha sido en el XXI Fórum de Barcelona de seguridad vial, celebrado esta semana, donde ha prendido la mecha, cuando el teniente de alcalde de Movilidad de la ciudad condal, Joaquin Forn, solicitó a la DGT que revise esta normativa.

El motivo no es otro que el elevado número de motociclistas sin formación específica para las dos ruedas que están siendo víctimas de accidentes en los últimos años. En concreto, Barcelona ha registrado 15 fallecidos por accidente de moto en lo que va de 2014, de los que un 45% son conductores que han obtenido el permiso a través del carnet B.

En Zaragoza, por ejemplo, solo en 2012 se produjeron 366 siniestros de motocicletas y 191 de ciclomotores, que se saldaron con 205 heridos –260 leves y 41 graves- y cinco fallecidos, más de la mitad de todas las muertes por accidentes registradas en la capital aragonesa.

La cuestión de fondo radica en las habilidades de ciertos conductores de coches a la hora de usar un vehículo de dos ruedas. Como explica el presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Zaragoza (APAZ), Carlos Bricio, “no tiene sentido que haya personas sin ningún equilibrio sobre la moto y que puedan conducirla legalmente”.

Por todo ello, la DGT ha dejado la puerta abierta a revisar la normativa actual. Según confirmó su directora, María Seguí, en el citado encuentro sobre seguridad vial, Tráfico evaluará los riesgos de las personas que adquieren el permiso para conducir motos a través del carné B, para saber cuánta mortalidad "está ligada a la impericia de ese conductor, por su falta de formación".

Seguí señaló que están estudiando los datos y que en cuanto tengan un informe lo "comunicarán", pero que de momento la DGT no tiene posición al respecto y va a mantener la legislación en vigor. "Se trata de evaluar en qué medida la decisión ha tenido un impacto positivo o negativo para la población, y, de ser negativo, imponer las medidas correctoras necesarias", concluyó.

Nueva oleada de cartas

Por otro lado, la DGT ha iniciado el envío de una segunda remesa de cartas a los titulares de aquellos vehículos con una antigüedad entre 7 y 10 años. En concreto, Tráfico hará llegar cinco millones de misivas en todo el país para darles a conocer las características técnicas y la situación administrativa del vehículo del que constan como titulares, con la posibilidad de actualizarlos si no son correctos. Además, se informará con carácter general sobre la eficacia de los elementos de seguridad que equipan los vehículos.

En la primera ronda de cartas enviadas por la DGT se revelaron situaciones administrativas irregulares, como coches abandonados sin ser dados de baja en Tráfico o vehículos vendidos que continuaban estando a nombre del primer propietario, “circunstancias todas ellas que han supuesto la baja de más de 400.000 vehículos y el incremento en un 10% de las solicitudes de baja” a través de los Centros Autorizados de Tratamiento de Vehículos, señalan desde Tráfico.