El ministro Wert permitirá a las universidades reducir sus grados de cuatro a tres años. ¿Lo hará el campus aragonés? 

Los rectores nos mostramos muy cautos. Primero, porque los grados de cuatro años han tenido un resultado positivo: el rendimiento académico ha mejorado entre un 15% y un 18% respecto a las diplomaturas y licenciaturas. Además, el cambio puede producir confusión en las familias y los estudiantes. ¿Qué pasaría si una universidad oferta un título de cuatro años y la institución de al lado tiene el mismo estudio pero de tres años? 

¿Se van a oponer los rectores a este cambio?

Vamos a pedir que haya un tiempo de reflexión suficiente y que se analicen los problemas que podrían producirse. No hay necesidad de hacer esto de manera inmediata. La moratoria hasta el 2016 es insuficiente. Necesitamos más tiempo.

¿Cómo son en este momento sus relaciones con Wert?

Con el tema de los grados de tres años hemos estado hablando continuamente con el Ministerio. Los rectores estamos dispuestos a tener una actitud colaborativa, pero esto no quita para que le digamos que tenga cuidado y que no corra.

Las tasas han sido un punto de fricción entre las partes. ¿Hay algún acercamiento?

Se ha visto que el incremento de tasas no es una solución. Hacen que la universidad parezca más cara y disuade a los estudiantes. Un ejemplo muy claro son los másteres, son muy caros. Y el máster no se puede ver como una formación distinta del grado porque ahora se habla de grados de 4 años más un curso de máster. Hay que entender que es una opción legítima de los estudiantes para buscar la especialización o la capacitación para ejercer (en profesiones como la de docente de Secundaria se requiere un máster, por ejemplo) y esto debe estar facilitado, no dificultado.

La secretaria de Estado de Educación le tachó de «faltar a la verdad» cuando dijo que se había recortado en becas. ¿Quién miente?

El Ministerio dice que las partidas de este año para becas han sido las mayores de los presupuestos. Eso es cierto, pero hay que tener en cuenta que siempre ha habido un desajuste entre la partida y su ejecución. La mayor ejecución de becas de este ministerio fue en el año 2012. En los dos últimos ejercicios ha habido una disminución en la ejecución de unos 200 millones. De hecho, la ejecución del último ejercicio estuvo 75 millones por debajo de la partida presupuestaria. 

La consejera Dolores Serrat confía en cerrar el acuerdo de financiación antes de final de año. ¿Comparte esta opinión?

En junio cerramos el capítulo de las infraestructuras y teníamos un acuerdo con una muy pequeña diferencia en el capítulo de financiación básica. Pero creo que el problema son los presupuestos de la Comunidad. Si estos vuelven a consignar la misma financiación básica que en 2014 y cero euros en infraestructuras, el acuerdo de financiación que estaría para firmar no se cumpliría. Es decir, según cómo sean los presupuestos, no se podrá firmar el pacto.

¿De qué cantidades habla ese acuerdo de junio?

No debo hablar de las cifras. Lo que puedo decir es que no contempla cero euros en infraestructuras ni la financiación básica congelada que teníamos hasta ahora.

¿Han pedido que la financiación básica deje de cubrir el 80% del gasto corriente para llegar al 100%?

Eso sería fantástico

¿Es demasiado pedir?

Me parece que sí. Pero insisto en que en una universidad como la nuestra, que la financiación básica cubra solo el 80% del pago de las nóminas no me parece correcto.

¿Con qué financiación básica quedaría satisfecho?

Con la que tenemos pactada con el propio gobierno.

¿Y cuál es?

Todavía no debo hablar de cifras.

En infraestructuras, ¿ha pedido lo más básico o ha escrito una carta a los reyes magos?

Hemos planteado solo las urgencias de infraestructuras ­–que son unas cuantas– y la previsión de necesidades más inmediatas. Es un plan de mínimos.

Entonces, las facultades de Filosofía y Educación recibirán sus partidas...

En el borrador contemplado sí. En la realidad no lo sé.

¿El acuerdo de financiación será firme o, como el sellado con el anterior gobierno, quedará en papel mojado?

La consejera ha dicho que no quiere firmar un acuerdo que no se cumpla. Yo tampoco.

¿Cómo está el pulso de la investigación y la innovación en la Universidad de Zaragoza?

El panorama es francamente malo. Los presupuestos generales del Estado nos devuelven al año 2012. Vivimos un momento de pérdida de financiación. Y esto afecta a contratos, a la permanencia de jóvenes investigadores, a la financiación de proyectos, a la innovación tecnológica, a la cofinanciación de proyectos entre universidades, aparatos que no se pueden reparar... Es preocupante.