Fomento ignora las inversiones que necesita Aragón para atraer mercancías al ferrocarril

Un estudio de la DGA urge mejoras básicas en las vías de Teruel, Huesca y Monzón, que continúan pendientes pese a las reivindicaciones del consejero Alarcón

El Ministerio de Fomento ignora las inversiones necesarias en la red ferroviaria de Aragón, cuyo abandono desde la  irrupción de la alta velocidad imposibilita captar más tráfico de mercancías. Las líneas convencionales languidecen  y acumulan limitaciones de velocidad porque ni siquiera se cumplen los mínimos estándares de mantenimiento para asegurar su fiabilidad. De hecho, el último estudio de la DGA sobre las necesidades de mejora de la infraestructura urgía hace un año obras básicas en las vías de Teruel, Huesca y Monzón que, a estas alturas, siguen pendientes.


En Madrid hacen oídos sordos a las constantes reivindicaciones del consejero de Obras Públicas, Rafael Fernández de Alarcón, pese a su ofrecimiento para firmar convenios de cofinanciación con los que paliar el deterioro de la red ferroviaria de Aragón, sin que sea de competencia autonómica.


Dicho estudio fue encargado con el objetivo de identificar "actuaciones de mejoras necesarias en la gestión e infraestructura ferroviarias" para el transporte de mercancías. Entre ellas, se recogieron cinco inversiones "urgentes" ya reivindicadas por ferroviarios y partidos para poner al día la red.


La primera de todas incluso llegó a estar planificada por el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero: la instalación del sistema de comunicaciones tren-tierra en la línea entre Zaragoza y Teruel, así como la puesta en marcha del Control de Tráfico Centralizado (CTC). En este eje, el tren-tierra solo funciona en el tramo Zaragoza- Muel y entre Teruel y Valencia. 


Ambas inversiones, que van indisolublemente unidas, son imprescindibles para que la línea sea realmente operativa, ya que es de vía única, cuenta con importantes limitaciones y la mayoría de las estaciones están cerradas, por lo que apenas hay puntos donde puedan cruzarse los trenes y garantizar un mínimo tráfico.


Estas carencias obligan a suspender la circulación desde las diez de la noche hasta las seis de la mañana, la franja horaria en la que no hay personal en las estaciones para regular el tráfico. Con el CTC se podría gobernar todo el recorrido desde el puesto de mando de Zaragoza y los mercancías podría así operar las 24 horas como en otros corredores del país.


La puesta en marcha del tren-tierra ya se preveía en 2013 y la DGA ofreció cofinanciarlo, pero sigue bloqueado. Antes del verano se adujo que estaba pendiente de autorización del Ministerio de Hacienda.


El estudio de la DGA también incide en la urgencia de reparar varios tramos entre Zaragoza y Teruel, que sufren severas limitaciones, limitando no solo la velocidad de los trenes de viajeros sino la propia capacidad de transporte de los mercancías.


Este abandono llevó a los cuatro operadores ferroviarios (Renfe, Comsa Raíl, Activa Raíl y Continental Raíl) que enlanzan Bilbao, Zaragoza y Valencia a desviar sus trenes de carga por Cataluña, ya que prefieren dar un rodeo de 200 kilómetros antes que aventurarse a transitar por Teruel.


Igualmente se señala la necesidad de acondicionar estaciones como apartaderos de hasta 750 metros, de forma que se puedan cruzar trenes de carga. La misma medida se plantea como urgente para la línea de Canfranc, cuyo mal estado ha convertido los descarrilamientos en una tónica que pone en tela de juicio cualquier atisbo de atraer operadores y viajeros.


La quinta medida que requiere con urgencia la red convencional para captar carga es la adecuación de la estación de Selgua, situada en la línea Zaragoza-Lérida, para dar "mejor servicio" a la terminal intermodal de Monzón. Precisamente, este es uno de los ejes ferroviarios y logísticos en los que Alarcón pone más ahínco.


Ante el bloqueo inversor, la DGA sigue encargando más estudios. El último se adjudicó hace solo cinco días por 32.355 euros (IVA excluido) a Consultrans para determinar las intervenciones necesarias en la red aragonesa en un horizonte de 25 años.