La línea ferroviaria que comunica Teruel con Zaragoza y Valencia tiene los días contados si nadie lo remedia. Esa es la idea que ayer transmitió la Plataforma para la Defensa del Ferrocarril –entidad integrada por diferentes colectivos sociales, políticos y sindicales– en una asamblea pública. La reunión fue un acto desesperado por intentar salvar el tren turolense tras la última zancadilla de Renfe, que ha consistido en alargar los tiempos de viaje con un cambio de horarios que entró en vigor el domingo. Desde esta semana, según denunciaron los miembros de la Plataforma, los trayectos para ir a Zaragoza y Valencia se han incrementado entre 7 y 22 minutos, mientras que las tarifas se elevan de forma desproporcionada respecto al servicio que se presta, de manera que un billete a Zaragoza cuesta 19 euros, frente al del autobús que no supera los 10.

Ramiro Gracia, presidente del Comité de Empresa de ADIF, señaló que las modificaciones introducidas tras la puesta en marcha del último plan de la compañía han perjudicado este servicio. Y advirtió de que si no se pone remedio, se corre el riesgo de perder el ferrocarril con la excusa de la escasa demanda. "Porque cada vez hay menos viajeros; en un año se ha perdido un 24%, y a los pocos que hay se les está echando del ferrocarril", subrayó.

Como ejemplo de la política desafortunada de Renfe, Gracia explicó que en el año 2007 los tiempos de viaje "eran menores que a día de hoy, a pesar de haber realizado una inversión de 200 millones de euros". Señaló que, además, se dan muchas paradojas, como la existencia de un tren que comunica Murcia con Zaragoza a través de Madrid, usando trenes Altaria y AVE que tarda 5 horas en llegar a su destino y cuesta 44 euros, frente al que realiza el recorrido por la línea de Teruel, que tarda 8,50 horas y tiene una tarifa de 45 euros. "Con estos datos, ¿quién va a querer viajar por aquí?", se preguntaba Gracia. Jornadas reivindicativas

Entre otras propuestas, la Plataforma planteó en la asamblea la organización de una jornadas sobre el futuro del ferrocarril, que se pretenden desarrollar con la participación de expertos y responsables de la Administración antes de las elecciones municipales. El portavoz de la Plataforma, Pablo Justo, manifestó que con esta medida se busca la implicación de las diferentes formaciones políticas. Justo cree "preocupante" que en los Presupuestos Generales del Estado para 2015 "no haya ninguna partida para el Cantábrico-Mediterráneo", una infraestructura que salvaría la línea, pero que, a su juicio, parece "haber quedado aparcada".