La antigua línea de ferrocarril a su paso por Calatayud será una vía verde

El Ayuntamiento pagará un canon anual 
de 4.000 euros. El Ministerio costeará los 800.000 € para acondicionar los dos tramos

El Ayuntamiento bilbilitano va convertir los tramos de vías ferroviarias en desuso de la línea Santander-Mediterráneo que discurren por su término municipal en dos vías verdes. Para ello, solicitará al Ministerio de Medio Ambiente que esta actuación se incluya en el programa de Caminos Naturales. De esta manera, la ciudad de Calatayud se une al conjunto de localidades españolas que impulsan rutas ecologistas.


La Vía Verde de Ribota tendría una longitud de 7,8 kilómetros e irá desde la altura de Mediavega hasta el término de Torralba de Ribota. La del Jiloca, con 1,6 kilómetros va desde el paraje de Cifuentes hasta el límite con Paracuellos de Jiloca. Ambas se arrendarán al propietario, el ADIF, por 20 años –y prorrogables por otros diez más–. 


Con estas dos vías se conectarán los tramos urbanos de sendero verde que atraviesan el parque de Margarita y el de la Serna, y que tendrán conexión a la vez por medio de un sendero fluvial, paralelo al río Jalón. 

Ayuntamiento, DPZ y Ministerio


En concepto de arriendo de lo que queda de este antiguo trazado ferroviario, la administración municipal pagará anualmente un canon de 3.200 euros por el tramo del Ribota, y 800 por el del Jiloca. A través de la Agencia de Planeamiento Urbanístico de la Diputación Provincial de Zaragoza se ha hecho el proyecto. Por su parte, el Ministerio, con un coste aproximado de 800.000 euros, asumirá el acondicionamiento y la señalización, que previsiblemente se llevará a cabo este año.


De ahí la "necesidad" de celebrar un pleno extraordinario en agosto, según justificaron desde el equipo de gobierno. El Ayuntamiento se compromete a mantener las vías verdes, incluyéndolas en el contrato con la empresa que se encarga de los parques y jardines, y a contar con un seguro de responsabilidad civil del que ya dispone. 


"En caso de reapertura al tráfico ferroviario de la vía, el convenio con ADIF se extinguirá para no hipotecar el futuro de Calatayud en vías de comunicación", manifestó el edil de Medio Ambiente, Arturo Yagüe. Las críticas de la oposición

Todos los grupos de la oposición se centraron en criticar que el equipo de gobierno no haya buscado un consenso con otras administraciones –tanto de ámbito local como comarcal– para sacar adelante la creación de una vía verde mayor. Y también por impulsar ahora un proyecto que hace tres años llevó a pleno el grupo PSOE y que entonces solo fue apoyado por el PAR y el PP lo rechazó.


El alcalde bilbilitano, el popular José Manuel Aranda, defendió en este punto que las circunstancias habían cambiado porque entonces estaba en vigor un estudio de viabilidad para la reapertura de la línea del Santander- Mediterráneo y así comunicar Soria y Teruel con la Alta Velocidad a través de Calatayud. "Apostábamos porque Calatayud fuera un nudo ferroviario –dijo Aranda–, pero el Plan de Infraestructuras de Fomento de 2012 a 2024 no contemplaba esa opción". 


El aragonesista José Luis Frisa recriminó al concejal de Medio Ambiente del Consistorio bilbilitano que no hubiera buscado la unión de otros ayuntamientos para poder hacer una vía que llegase hasta Soria, a la comarca del Jiloca, y que pudiera llamarse Vía Verde del Mudéjar. 


Por su parte, Víctor Ruiz, el portavoz del PSOE, manifestó que la decisión de adelantarse Calatayud podía "coartar la autonomía municipal de los ayuntamientos de Paracuellos de Jiloca y Torralba de Ribota", si decidían apostar por otra figura para sus tramos. Yagüe respondió que no interfería el proyecto de Calatayud con otros y que tantos kilómetros no se podían ejecutar en una fase.