Una madre y su hija fallecen en un accidente en la AP-2 cerca de Torrente de Cinca

El vehículo dio varias vueltas de campana y quedó tendido en la mediana. Las víctimas eran vecinas de Casteldefells (Barcelona).
Dos jóvenes de nacionalidad francesa resultaron heridos graves en otro siniestro en la N-230, a la altura de la localidad de Baells

Dos mujeres de 92 y 63 años que eran madre e hija y vecinas de Casteldefells (Barcelona), fallecieron ayer en un accidente de circulación ocurrido en la autopista AP-2, a la altura del término municipal de Torrente de Cinca. El trágico suceso, que tuvo lugar sobre las 16.15, se produjo cuando el vehículo en el que viajaban se salió de la calzada por el margen derecho y tras dar varias vueltas de campana, quedó tendido en la mediana. 


El accidente, que solo implicó al turismo siniestrado, tuvo lugar a la altura del punto kilométrico 109,7, en sentido Barcelona y muy cerca de la salida hacia la ciudad de Fraga. Ante la violencia del impacto, una de las ocupantes salió despedida del vehículo y la segunda quedó sin vida en su interior, según informaron fuentes del parque de bomberos del Bajo Cinca.


De hecho, fue necesaria su intervención para forzar las puertas del turismo y evacuar el cuerpo. A su llegada, los servicios sanitarios solo pudieron certificar la muerte de ambas mujeres. Los cuerpos de la conductora del vehículo, que responde a las iniciales J. D. M y que es la de menor edad, y su madre, S. M. R., fueron trasladados al depósito de cadáveres de Fraga a la espera de la autopsia, según informaron fuentes de la Guardia Civil. El levantamiento de los cuerpos fue autorizado por el Juzgado de Fraga.Corte de tráfico

A consecuencia del siniestro, fue necesario cortar al tráfico uno de los carriles de la autopista durante alrededor de 30 minutos en el tramo afectado. Antes de las 19.00, la normalidad estaba restablecida y en el lugar de los hechos, apenas eran visibles los restos del trágico suceso. Aunque ambas mujeres parece que fallecieron en el acto, los servicios de emergencia se quejaron ayer de las dificultades sufridas para acceder al lugar del suceso, lo que retrasó «casi 15 minutos nuestra intervención», según explicó el jefe del parque de bomberos del Bajo Cinca, Carlos Badía.


De forma anterior, los pasos habilitados para el cambio de sentido de la autopista AP-2 se situaban cada 5 kilómetros y actualmente, la distancia «es mucho mayor, lo que nos obliga a realizar desplazamientos más largos y demora nuestra llegada», explicó Badía. Así, el tramo existente entre Bujaraloz y Fraga, que incluye el lugar en el que ayer se produjo el accidente, solo cuenta con tres pasos habilitados para cambiar de sentido, que deben ser retirados de forma manual.


Ante esta situación, el jefe del cuerpo de bomberos reclamó una solución, ya que «en la mayoría de los casos, el tiempo de reacción es fundamental y de ello, puede depender la vida de los siniestrados».


El suceso de ayer es el segundo que se produce esta semana en Torrente de Cinca. El pasado lunes, un ciclista perdió la vida al ser atropellado durante la noche por un todoterreno cuando circulaba por la N-211 entre las localidades de Fraga y Torrente de Cinca. El fallecido tenía 45 años de edad y era vecino de Serós (Lérida), aunque natural de Portugal.


Al parecer, el hombre cruzaba la calzada sobre la bicicleta cuando fue arrollado por el turismo, que iba en dirección Fraga y cuyo conductor dio negativo en las pruebas de alcoholemia. En el momento del siniestro, la víctima no llevaba prendas reflectantes ni casco protector. Los servicios sanitarios trataron de reanimarle sin éxito. Siniestro en la N-230

Dos jóvenes de nacionalidad francesa resultaron heridos de gravedad la madrugada de ayer, jueves, en el término de Baells al salirse de la vía el vehículo en el que viajaban y chocar contra una arqueta de obra que había en la cuneta. El accidente se produjo pasada la una de la madrugada en la carretera nacional 230, entre Lérida y Viella, por causas desconocidas, aunque se barajaba un despiste o somnolencia de la conductora, puesto que en el siniestro no intervino ningún otro vehículo.


La salida de vía se produjo en un tramo sin dificultades para la conducción, situado entre el cruce del desvío hacia Alcampell y el que da acceso a la localidad de Baells. Los dos ocupantes del vehículo, la pareja J.P.R. de 21 años y M. de 20, que circulaban en dirección a Viella, resultaron heridos graves a consecuencia del choque con un sumidero junto a un camino de la cuneta izquierda, en relación a la dirección de la marcha.


La que se llevó la peor parte, al parecer, fue la conductora que tuvo que ser excarcelada por los bomberos de la Comarca de la Ribagorza, parque de Benabarre, que atendieron el aviso de emergencia. Ambos jóvenes fueron evacuados al Hospital Arnau de Vilanova de Lérida en ambulancias del 061, tras ser atendidos por personal sanitario del Centro de Salud de Tamarite de Litera.


A causa del siniestro fue necesario dar paso alternativo a los pocos vehículos que circulaban por la vía a esas horas, durante una hora aproximadamente. Este tramo de la nacional 230, entre Baells y Castillonroy, acumula cierta siniestralidad a pesar de que no hay curvas peligrosas, la carretera dispone de arcén y el piso se mantiene en buenas condiciones de conservación. Sin embargo, quizás por el efecto de una larga recta, con cierta frecuencia hay que reseñar accidentes, algunos con fatales consecuencias para los ocupantes de los vehículos.


Lo que sí soporta esta carretera nacional es un intenso tráfico, incluido el de vehículos pesados, que ha llevado a que los alcaldes de la zona hayan reivindicado en no pocas ocasiones que se desdoble el trazado para convertirla en autovía.