La modernización de la línea ferroviaria de Teruel requiere unos 200 millones de euros

Aragón y Valencia exigen a Fomento que invierta, pero este año solo se arreglarán dos puntos negros y se tramitará un sistema de control

El subsecretario de Fomento, Mario Garcés (izquierda), acudió ayer a la reunión en Plaza.
El subsecretario de Fomento, Mario Garcés (izquierda), acudió ayer a la reunión en Plaza

La modernización de la línea ferroviaria entre Zaragoza, Teruel y Sagunto requiere en torno a 200 millones de euros, pero la inversión se reducirá este año a corregir dos puntos negros en Aragón y a iniciar los trámites para implantar un sistema de control y comunicaciones que permita jubilar el vigente, del siglo XIX. Ante esta realidad, los consejeros de Obras Públicas e Infraestructuras de Aragón y Valencia, Rafael Fernández de Alarcón e Isabel Bonig, reclamaron ayer al Ministerio de Fomento que priorice las inversiones en el corredor Cantábrico-Mediterráneo.


Ambos políticos se reunieron ayer en Plaza con el subsecretario de Estado de Fomento, el jacetano Mario Garcés, y los responsables de los puertos de Valencia y Bilbao para mostrar su decidida apuesta por el eje ferroviario, que les ha llevado a firmar convenios con el ente público ADIF para intentar impulsar su renovación ante el bloqueo estatal.


Los dos gobiernos autonómicos han enviado a Madrid los estudios que cifran la inversión necesaria para renovar la vía y electrificarla, una actuación mucho más modesta que la proyectada conversión a alta velocidad. Frente a los 4.000 millones que hubiera costado acometer la obra solo en el tramo Teruel-Sagunto, las mejoras requeridas por ambas comunidades se limitan a un máximo de 222,8 millones, según la información aportada a este diario por la Generalitat valenciana.


La mayor parte del coste corresponde al tramo aragonés, donde la infraestructura se encuentra en mucho peor estado: 169,58 millones, de los cuales 35 irían destinados a restaurar la infraestructura y otros 134,57 a electrificar la vía única existente. En el caso valenciano, se requerirían 53,23 millones, de los que únicamente 7,8 irían a mejoras de la vía.Intervención por fases

Dichos estudios plantean las intervenciones por fases. La prioritaria, la instalación del sistema de comunicaciones tren-tierra entre Zaragoza y Teruel, valorado en cuatro millones y que acabará con las severas limitaciones de explotación que tiene la línea porque pasaría a controlarse desde el puesto de mando del Portillo. Su ejecución ya se preveía en 2013, pero aún está pendiente de la autorización del Ministerio de Hacienda.


Además, este año se pretende mejorar dos puntos en la provincia turolense en los que los trenes van a menos de 30 kilómetros por hora por su mal estado. Una de las actuaciones, por más de 630.000 euros, ya ha salido a concurso y en otoño se licitará el siguiente.


El consejero de Obras Públicas confió en que "muy pronto" se hagan grandes inversiones, aunque tendrán que esperar, como poco, hasta 2015 porque los presupuestos estatales no lo recogen para este ejercicio. Como viene repitiendo, Fernández de Alarcón sostuvo que la línea debería especializarse en el tráfico de mercancías, pero sin desdeñar el tráfico actual de pasajeros. "Estamos trabajando en una línea, fundamentalmente, para mercancías, donde los viajeros también puedan circular a unos 160-180 kilómetros por hora, pero el objetivo es que sea base para el desarrollo de la economía y la creación de empleo y riqueza", dijo.


En una segunda fase, se pondría coto al deterioro de la infraestructura entre Teruel y Sagunto, abandonada en las últimas décadas y que ha provocado que ahora esté sembrada de limitaciones de velocidad. Esta situación ha provocado que los escasos trenes mercantes que aún la utilizaban prefieran desviarse por la vía de Caspe y dar un rodeo de 200 kilómetros, como lamentó la consejera valenciana. Con unos 32,6 millones se podría adecuar parte de la infraestructura y eliminar las actuales limitaciones, aunque aún quedaría por prolongar los apartaderos para que puedan circular trenes de hasta 750 metros de longitud, casi el doble que los permitidos con las actuales restricciones. "A largo plazo" quedaría la electrificación, valorada en 180 millones.


No obstante, solo con la instalación del sistema tren-tierra se podrá transitar de noche y abaratar el coste más de un 30% a las compañías, ya que no deberán ir dos maquinistas ni se requerirá personal en las estaciones para que se crucen trenes, como también explicó la consejera Bonig, quien reiteró su apuesta por Plaza como puerto seco de Valencia. De hecho, participa en la explotación de su terminal ferroviaria.