Las carreteras nacionales suman ya 22 tramos peligrosos, 8 más que un año antes

En solo un lustro perdieron la vida 107 personas en 87 accidentes en estas zonas.El Estado invierte un 15%menos en la conservación de sus calzadas en Aragón desde 2011.

En el kilómetro 270 de la N-234, cerca de Calatayud, murieron seis personas entre 2008 y 2012
En el kilómetro 270 de la N-234, cerca de Calatayud, murieron seis personas entre 2008 y 2012

Aragón tiene 22 tramos peligrosos repartidos en nueve de sus carreteras nacionales, lo que supone ocho puntos de concentración de accidentes más que hace un año. En ellos, según el último informe de Automovilistas Europeos


Asociados (AEA), se produjeron un total de 87 siniestros en los que perdieron la vida 107 personas entre 2008 y 2012. Destaca entre estas carreteras la N-330 que, entre Daroca y el puerto del Somport, concentra seis tramos peligrosos en los que murieron 12 personas en esos cinco años.


Para determinar estas zonas, este estudio utiliza un índice de peligrosidad que relaciona, entre otros factores, el número de víctimas registradas en un punto kilométrico con el tráfico medio que pasa por ahí cada día. "No es lo mismo que se produzca un accidente en una carretera por la que circulan 8.000 conductores diarios que en otra por la que pasan 800. Obviamente, es más peligrosa la segunda", explica Mario Arnaldo, presidente de esta asociación.


Las carreteras españolas están en un índice medio de 10 puntos y un kilómetro se considera peligroso en cuanto supera los 100 (que es el caso de los 22 tramos citados). La mayoría de ellos están en la provincia de Zaragoza (con 11), seguida por Huesca (8) y Teruel (3). Aquí solo se habla de nacionales y autovías –en estas últimas no hay ningún punto peligroso en la Comunidad–, que son del Estado.


Aragón dispone de 2.550 kilómetros de estas vías, que representan el 10,8% de toda la red española de este tipo (23.500 kilómetros). Y, sin embargo, tiene un porcentaje superior en cuanto a tramos de riesgo:en toda España hay 160, por lo que esos 22 que están en Aragón suponen casi el 14% del total.


Otras carreteras con varios puntos peligrosos son la N-232 (con cuatro), la N-230 (con tres) o la N-211 (con otros tres). Llama la atención que no esté la N-II, aunque precisamente puede deberse al alto tráfico que registra.


En cuanto a la N-330 (que como se ha señalado, es la que más tramos de concentración tiene: seis), hay que señalar que acumula cinco de ellos en solo 51 kilómetros (entre el 418, cerca de Daroca; y el 469, en los alrededores de Muel). Esta vía también tiene el tramo con más riesgo de Aragón y el segundo de España (con un índice de 969,7), que está en el punto kilométrico 439, cerca de Paniza.

El peor estado de los firmes

Aunque estos datos no recogen los últimos accidentes, aparecen en un momento en el que Aragón ha registrado en lo que va de año un repunte notable de mortalidad en la carretera (21 personas); y también cuando el sector del tráfico –familiares de víctimas, transportistas, asociaciones y conductores en general– está criticando los recortes en las partidas de conservación de carreteras. "En el 47% de todos los accidentes, el mal estado de la calzada estuvo presente como factor concurrente, es decir, como una de las causas que lo provocó", asegura Arnaldo.


El presidente de esta asociación cifra en un 1,2% del PIB lo que haría falta invertir anualmente en todo el Estado para que las carreteras fueran seguras desde este punto de vista. Eso, según sus cálculos, supondría unos 1.800 millones al año, "pero en 2013 tan solo se invirtieron 900 y este año está en poco más de 800". Para el caso de Aragón, el Estado recortó un 15% esta partida entre 2011 y 2013, según se recoge en los Presupuestos Generales."El problema es que si no se arreglan ya, se va acumulando un déficit y luego será necesario gastar más", argumenta.


Arnaldo considera que la DGT ha puesto mucho énfasis en el factor humano como la principal causa de los accidentes –él defiende estas campañas–, pero recela de que las administraciones no hayan actuado en paralelo en la mejora de las vías. "Puedes llenar de guardias y radares un tramo, pero cuando se marchen o los retiren perderán su efecto. Lo que hay que hacer es apostar por desdoblamientos –dice al ser preguntado por la N-II y la N-232–, porque estas medidas solucionan este tipo de problemas definitivamente. No hay que olvidar que el 70% de los siniestros con víctimas se producen en la red secundaria, la que tiene doble sentido de circulación, y que el accidente que más mortalidad produce es una colisión frontal por adelantamiento".


Precisamente, la Asociación Nacional de la Carretera publicó hace unos días un informe en el que situaba al conjunto de las carreteras aragonesas como las segundas peores de todo el Estado, solo por detrás de La Rioja, en cuanto a conservación y mantenimiento.

Falta de señalización

El informe de la AEA también critica que en solo cuatro de los 22 tramos peligrosos había una señal que lo indicara. Esto se debe a que muchos de estos kilómetros no se llaman ‘puntos negros’, ya que eso lo decide Fomento una vez que se acumulan tres accidentes con víctimas mortales en los mismos 100 metros y en solo un año."Pero estamos hablando de vidas humanas. Un muerto ya es mucho", señala Miguel Bernal, delegado de Stop Accidentes en Aragón, quien dice que están "muy preocupados" por el repunte de víctimas de tráfico en la Comunidad. Además, apunta que están "convencidos de que la falta de mantenimiento va a aumentar los accidentes" e insiste en la necesidad de desdoblar la N-II y la N-232.