Resulta complicado encontrar una noticia económica positiva sin que emerja un contrapunto con tintes pesimistas. Así ocurre en el ámbito de la conflictividad laboral en Aragón, donde a lo largo de 2013 hubo un 22% de expedientes de regulación de empleo (ERE) menos que el año anterior.

Se trata de una tendencia lógica, en vista de la importante aplicación de esta medida por parte de las empresas privadas durante los dos años posteriores a la última reforma laboral. Sólo en el primer año se duplicaron los despidos y las reducciones de jornada con esta herramienta, servida en bandeja por el Ejecutivo central.

Sin embargo, lo que podría parecer un buen dato ha de mirarse con lupa. En 2013 también se incrementaron las casos particulares resueltos por los juzgados de lo Social en Aragón. Entre enero y diciembre del pasado año, un total de 1.967 trabajadores de la Comunidad recibieron una sentencia favorable después de llevar a juicio a su empresa por un despido improcedente, según los datos facilitados por el Ministerio de Empleo.

Esto supone un incremento del 20,7% respecto a 2012, cuando se registraron 1.630 casos. Este crecimiento es superior al de la media del Estado (7,8%) y sitúa a Aragón como una de las autonomías donde más se han disparado, sólo por detrás de Asturias (34%), Madrid (25,5%) y Baleares (23,4%).

"Venimos observando cómo en el último año ha habido un desplazamiento de los ERE a las situaciones individualizadas. Esto se debe a que hay empresas que se aprovechan de la modificación de las condiciones de despido, con la que pueden deshacerse de un 10% de la plantilla sin que se considere expediente de regulación", apunta José de las Morenas de Toro, secretario de Política Industrial y Salud Laboral de UGT Aragón.

Según indica el responsable de Política Industrial de UGT Aragón, el sector que más desencuentros lleva a los juzgados es el servicios. "Muchos casos se dan en el ámbito de la hostelería, donde se firman contratos a tiempo parcial que acaban convirtiéndose en jornadas a tiempo completo. También observamos muchos desencuentros entre empresas y trabajadores en subcontratas que se descuelgan de los convenios sectoriales".

Más huelgas y concentraciones

No sólo los juzgados son escenario de la conflictividad laboral. De forma paralela, también se intensificó el año pasado el volumen de concentraciones y huelgas: a lo largo de los doce meses de 2013 se produjeron 54 huelgas en Aragón (22 más que en 2012), en las que participaron 17.541 empleados. Según cálculos del Ministerio se perdieron 46.450 horas de trabajo, una cifra muy superior a la de un año antes.