La explotación resinera, una alternativa de empleo para los más jóvenes

Soria ha pasado de contar con siete resineros a 53 en tres años gracias aumento de los precios.

Una explotación de resina en Quintana Redonda
Una explotación de resina en Quintana Redonda
Heraldo

La explotación resinera se ha convertido en los últimos años en una opción real de empleo en la provincia. Aunque "todavía queda mucho por hacer", el incremento de los precios de productos resinosos en el mercado internacional ha permitido que la extracción de esta secreción orgánica dé trabajo actualmente a más de 700 personas en Castilla y León, multiplicando por tres el número de empleos en la comunidad, hasta alcanzar los 348 empleos.


A dicha cifra contribuye la provincia de Soria con un aumento de 46 nuevos resineros respecto a 2011, pasando de los siete profesionales que figuraban entonces a los 53 registrados el pasado año.


Diego García forma parte de esta nueva generación de resineros. Con apenas 21 años, este joven estudiante de Ingeniería Forestal en Soria, decidió el pasado año probar fortuna en el negocio de la resina. Tras cursar el módulo de Gestion y Organización de Recursos Naturales, se registró como autónomo para adquirir una licencia de explotación en el municipio de Tardelcuende.


Desde el mes de febrero y hasta septiembre, este joven explotó la esencia de 2.500 pinos. "No había pensado trabajar en el negocio de la resina, pero cuando empecé el módulo me lo empecé a plantear como una opción real", reconoce García.


En su caso, la empresa Resinas Naturales le adelantó dinero y material para poder llevar a cabo su trabajo, puesto que en los primeros meses tenía que hacer frente a la cuota, "bastante alta", de autónomo sin percibir un solo euro, "ya que todo se cobra al final".


Sin embargo, el joven resinero echa en falta algunas facilidades que le permitan hacer más llevadero su trabajo. Comenzando por las administraciones, García, admite que "todavía hay mucho por hacer", y que "falta organización" en la explotación de resina en Soria. "Es verdad que las administraciones parecen que están empezando a organizarse y que la organización mejora, las ofertas mejoran, pero todavía falta mucho trabajo".


La limpieza es otro de los aspectos a mejorar. Así lo explica Víctor García, ingeniero forestal, de Montes y hermano de Diego, a quien animó a iniciarse en el mundo de la resina. "A mí me consta que en Segovia, en la zona de Coca, las plantaciones de pinos parecen un jardín. Es todo llano y está todo limpio, llegando incluso a poder extraer cuatro kilogramos por pino y año, mientras que en Soria no se llega a los 2 kilos", indica.


Ambos insisten en el tema de la "organización" como factor clave para mejorar la rentabilidad de la explotación resinera en Soria. "Algo tan sencillo como ponerse de acuerdo para coordinar la recogida de los bidones de resina supondría un gran ahorro para el resinero", afirma, confiado de que la situación del sector mejore.

"Hay mucho por hacer", insiste. "Se están probando cosas, aplicándose nuevas técnicas y creo que esto va a ir para arriba. Todavía falta mucho para ser una alternativa real, pero creo que se conseguirá", afirma Víctor.


Su hermano Diego repetirá este año "aunque con menos pinos". "Si el año pasado tuve 2.500 este año cogeré alrededor de 1.500 porque es mucho trabajo y no me sale rentable trabajar 12 o 14 horas", apunta el joven.

La situación del mercado resinero en Soria

La obtención de mieras es un privilegio de algunas zonas concretas del planeta que por su clima y las especies que las pueblan hacen posible una producción natural, anual y renovable, compatible con la explotación maderera de las mismas masas forestales. El aprovechamiento de resinas de pino o mieras en la provincia de Soria, como producto natural, ecológico y renovable, ha aumentado considerablemente en los últimos tres años, significando un ápice de esperanza en torno al sector resinero. De tres ayuntamientos que solicitaron resinación en Montes de Utilidad Pública en 2011 se ha pasado a 14, a los que hay que sumar un monte particular.


Este sector ocupa a trabajadores locales que se sienten responsables del cuidado de las masas forestales, lo que reduce los riesgos de incendio y desertización. También se ha incrementado notablemente en este período de tres años el número de empleos directos, pasando de siete a 53 resineros, contribuyendo a fijar población en el medio rural.


Los ayuntamientos con pinares potencialmente resinables están a la expectativa. En los últimos tres años han aumentado las solicitudes y desde la Junta se están abriendo pinos en resinación en los diferentes montes ordenados.


De 32.961 pinos en el año 2011 (tres ayuntamientos) se pasó a 105.000 pinos en 2012 (11 ayuntamientos) y en 2013 se han llegado a resinar 233.507 pinos, dando trabajo a 53 resineros en 19 montes de Utilidad Pública pertenecientes a 14 ayuntamientos: Almazán, Matamala de Almazán, Bayubas de Abajo, Bayubas de Arriba, Berlanga de Duero, Quintana Redonda, Tajueco, Tardelcuende, Valdenebro y Valderrodilla, en la zona de Pinares Llanos, y Espeja de San Marcelino, Espejón, Santa María de las Hoyas y Vadillo, en la comarca de Pinares. También se han resinado en este año 4.000 pinos en un monte particular de Espeja de San Marcelino. La producción total ha sido de 470.000 kilogramos, con una producción media cercana a dos kilogramos/pino.


El futuro, aunque incierto, por el precio al que se pagará la resina , y duro, por las condiciones laborales, ha animado a numerosas personas a comenzar a trabajar de nuevo en esta actividad.


La riqueza generada se ha multiplicado por 4,5 en Castilla y León con una producción que supera los 6,5 millones de euros. Además, el auge del sector ha permitido poner en producción 100.000 hectáreas de pinares en los que los resineros contribuyen a prevenir los incendios forestales.


Por cada 160 hectáreas se genera un empleo y también por cada 15 toneladas de resina , por lo que una producción de 15.000 toneladas podría generar 1.000 empleos directos. Respecto al consumo de los productos de la resina , España consume entre 30.000 y 40.000 toneladas de resina o sus derivados y la UE entre 200.000 y 300.000 toneladas. Europa es el principal consumidor mundial y no produce ni el 1 % de su demanda.


En la primera transformación la resina se llama miera tras extraerse del pino y al llegar a las fábricas se denomina trementina. En la segunda transformación se produce aguarrás y colofonia, productos muy valorados en la industria química y a partir de los cuales se genera brea o pez. Su principal competidor es el petróleo y sus derivados, pero la miera sigue siendo muy valorada en la industria química, siendo la industria de la Unión Europea consumidora de un 25% de la producción mundial.