Vuelta al mundo a piñón fijo

Pablo Mandado, un trotamundos zaragozano, ha comenzado a dar la vuelta al mundo en bicicleta junto a su pareja.

Pablo e Ilze atraviesan el norte de Francia
Pablo e Ilze atraviesan el norte de Francia

Desde Inglaterra hasta donde les lleven sus bicicletas. Pedalada a pedalada, el zaragozano Pablo Mandado e Ilze, su novia y compañera de viaje letona, llevan cerca de un mes inmersos en un singular proyecto personal: dar la vuelta al mundo sobre dos ruedas. Sin prisas ni agobios y gastando únicamente lo necesario. Su filosofía de viajeros, más que de turistas, les lleva a detenerse allí donde lo desean y pasar, por qué no, varios días en algún pintoresco rincón de la Bretaña francesa.


Pablo comenzó a transformarse en trotamundos a los 23 años. "Empecé a viajar en enero de 2011. Estaba en un momento en que no sabía muy bien qué hacer, así que me eché la mochila a la espalda y salí de casa. Empecé a tomar un montón de vuelos de bajo coste, y ahí fue cuando comencé a conocer a un montón de viajeros. Me picó el gusanillo y ya no lo pude dejar: acabé en Praga, donde empecé un viaje de seis meses en autoestop por toda Europa. Al llegar a Letonia conocí a Ilze y nos pasamos un año viajando por toda Europa, el sudeste asiático y el norte de África".


Ahora mismo atraviesan el norte de Francia a un ritmo de entre 75 y 80 kilómetros diarios en dirección a la capital aragonesa. En ella harán un primer balance del viaje y aliviarán la carga que soportan sus vehículos. Después retomarán la ruta. "Iremos hacia el mediterráneo y rodearemos la Península por todo el litoral para luego volver a Francia -en el momento de la entrevista se encontraban acampados en la localidad de Saint-Nazaire-. Cruzaremos la costa mediterránea hasta llegar a Italia, donde bajaremos hasta el sur, aunque todavía no sabemos hasta qué altura de la bota llegaremos". Luego, en el horizonte, emergen los Balcanes. "Es una zona que nos atrae mucho y donde zigzaguearemos todo lo posible", explica Pablo. Turquía será la última gran parada europea.


La primera pedalada de su aventura, el viaje por los cinco continentes, tuvo lugar oficialmente en Londres. Aunque su origen real está a algunas millas, en Manchester. Ahí trabajaron durante un año y medio para hacerse con el material imprescindible. A saber: bicicletas ultrarresistentes y garantía de por vida por valor de más de 2.000 libras cada una, con los platos y piñones perfectamente aislados, equipadas con grandes alforjas en las que llevar la cámara de fotos con su correspondiente trípode y dos lentes, el libro electrónico, baterías que se recargan con la dinamo de la rueda delantera, ropa impermeable, abrigos y ropa de lana de merino (que apenas se impregna del olor corporal). Tampoco faltan los cazos, sartenes, una estufilla que funciona con diferentes tipos de combustibles, tenedores y cuchillos... Todo ello culiminado con una buena tienda de campaña y los sacos y esterillas. 70 kilos de nada si se suma el peso de la bici, en el caso de Pablo; y algo más de 50 kilos, en el de Ilze.


Camino a Oriente


Irán será su primer destino asiático y, en principio, uno de los estados más problemáticos que pisarán. Ahí esperan una continua odisea burocrática. "Por ejemplo, llegar a la India va a ser difícil porque las dos vías posibles, Pakistán y Tíbet, exigen condiciones muy especiales en materia de visados, teniéndolos que pedir con varios meses de antelación y desde tu país. Lógicamente no podemos prever cuándo llegaremos. !Si ni siquiera somos del mismo país! Seguramente nos toque pasar por un buen puñado de los países 'istan': Turkmenistan, Uzbekistan, Tayikistán... Afganistan, en principio, no", matiza el ciclista.


China será la larga y ancha autopista que les lleve al océano Pacífico. Al avistar la costa deberán tomar una decisión, que realmente resolverá la estación del año que en ese instante gobierne la meteorología: o bien saltarán -transporte auxiliar mediante- a la ínsula australiana o virarán al norte hasta recalar en la estepa siberiana, que cruzarían con la mente en otro gélido y bello paraje: Alaska.


Cinco euros por día y persona


El presupuesto no es algo que les quite el sueño. "Salimos de Inglaterra con unos 25.000 euros y nuestro gasto diario por persona es de unos cinco. Está claro que más adelante, en sitios más complicados, surgirán gastos imprevistos... pero si echamos cuentas vemos que tenemos un buen colchón. De todos modos llevamos idea de trabajar cuando sea necesario e, incluso, realizar algún voluntariado". Menor será el gasto cuanto más amable y hospitalaria sea la gente con la que se crucen. La tónica habitual hasta el momento: "Por ejemplo, cuando estuvimos rodando por Inglaterra la gente nos dejaba plantar la tienda en sus granjas y jardines y hacer uso de sus duchas, nos invitaban a desayunar... También intentamos contactar con otros ciclistas a través de una red social especializada (Warmshowers), parecida al coachsurfing. Muchos te prestan un sofá en su casa uno o dos días sin problemas".


En su colosal equipaje no figuran, de momento, guías ni mapas de papel. "Si bien es cierto que tenemos un esbozo de lo que queremos hacer, trazamos la ruta día a día, con total libertad. Miramos en Google Maps y en la información que ofrece internet qué caminos, sendas y carreteras son los más adecuados, aunque esto no quita para que caiga una lluvia torrencial, se inunden, y tengamos que dar media vuelta y desandar dos o tres kilómetros". Una carga extra de pedaladas que ya empieza a hacerse notar: "No hicimos ningún entrenamiento previo y los primeros días fueron duros... aunque nos lo tomamos con calma no tardaron en aparecer agujetas y diferentes dolores. En cualquier caso nos vamos habituando y esperamos subir el número diario de kilómetros".


¿Y luego?


Una vez en el norte de Norteamérica comenzará descenso tan prolongado como variado con final en la Patagonia argentina. "A estas alturas no tenemos planeado qué puntos visitaremos. Preferimos no pensar a tan largo plazo porque luego rara vez seguimos los planes...". Aunque sí tienen claro que una vez desentrañada América, el siguiente capítulo comenzará a escribirse en Ciudad del Cabo, una de las capitales sudafricanas. Y una vez más rumbo Septentrión. Por el camino quedarán cientos, miles de fotografías que tratarán de vender y no pocas anécdotas, que irán relatando en el blog de esta aventura (thecrazytravel.com).