Cáritas

Agua potable y empleo para la población palestina

El conflicto no solo genera bajas en los frentes, el pueblo palestino lo sufre en su día a día.

Obras de canalización en Cisjordania
Agua potable y empleo para la población palestina

Pobreza, desempleo y falta de agua forman en Palestina un círculo de penurias del que es difícil escapar. Cáritas llevará a cabo en la ciudad de Zababdeh un proyecto que permitirá llevar agua potable a los hogares de 140 familias (unas 700 personas), y para el que se cuenta con financiación del Gobierno de Aragón.


El Ayuntamiento de Zababdeh empezó hacer diez años a construir una red municipal de agua corriente. Con los escasos recursos disponibles, ha ido extendiendo la red, pero en la actualidad se encuentra con nuevas áreas de población, con nuevos edificios, que solicitan la conexión de agua con la red principal, a un coste que la extenuada economía de la población local no puede asumir.


"Este proyecto proporcionará la conexión a la red de agua potable para las nuevas viviendas en los nuevos barrios de la ciudad Zababdeh; además, de los recursos hídricos sostenibles para los beneficiarios directos e indirectos en Zababdeh", afirma Mercedes Torrejón, de Cáritas-Zaragoza, quien hace también hincapie en otro punto importante del proyecto y es que se contrate a población local para las obras.


"Se contrata siempre a población local, valorando también si se trata de familias muy grandes, con muchos miembros en paro o con ancianos o discapacitados a su cargo", explica Torrejón. En total, se estima que se crearán alrededor de 15 puestos de trabajo para la realización de las canalizaciones.


Desde 2004, Cáritas-Zaragoza ha colaborado en otros proyectos de mejora de las infraestructuras hidráulicas, como la creación de una red de saneamiento de las aguas residuales, como el de Beit-Sahour, en la provincia de Belén, financiado entre 2009 y 2012 por el Gobierno de Aragón.


Cáritas lleva quince años en Palestina con "proyectos sanitarios y de empleo y formación", afirma Torrejón. En los de sanidad se ha contado con el apoyo de hospitales aragoneses y de la DGA. Cáritas tiene también programas de "atención psicosocial a niños y mujeres por los efectos negativos que la violencia en las zonas ocupadas genera en ellos", explica.



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