Educación

El debate sobre la jornada continua en el cole se intensifica

La DGA reconoce que el debate está abierto y no descarta que se pudiera aprobar una normativa este curso. FAPAR y los sindicatos de profesores han presentado un documento de consenso con sus líneas rojas.

Colegio de Monzón con jornada continua
El debate sobre la jornada continua se intensifica en los colegios

El debate sobre la jornada escolar se ha intensificado este curso en los colegios y entre los padres, tras la apertura de un colegio en Monzón con jornada continua, la disponibilidad del Departamento de Educación para tratar este tema y, recientemente, el acercamiento de FAPAR y los sindicatos de profesores sobre la jornada escolar. Oficialmente, ningún centro ha solicitado la jornada continua ni lo ha sometido a votación, pero en varios colegios se lo están planteando.


Esta semana, la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (FAPAR) y los sindicatos de profesores (UGT, CC.OO, CSI-F, STEA y CGT) han presentado un documento de consenso sobre la jornada escolar en los centros de Infantil y Primaria tras cinco meses de trabajo. Tradicionalmente, los sindicatos habían defendido la libertad de elección de jornada y FAPAR se había mostrado en contra de la jornada continua. Pero ahora han acercado posturas y han consensuado un documento con 10 líneas rojas que defenderán ante la DGA.


Padres y profesores exigen que las decisiones sobre jornada escolar se tomen por una mayoría cualificada. Piden que en el caso de que se implantara la jornada continua se garanticen los servicios públicos complementarios (comedor, transporte, extraescolares) "con una política de becas y ayudas adecuada". También reclaman en sus líneas rojas que se mantenga el programa de apertura de centros, que no se creen centros guetos, que las propuestas "no sean una excusa para más recortes" y que se potencie el papel de las asociaciones de padres, entre otras cosas.


"Nosotros no hemos cambiado de opinión, quizá sí en la forma. Creemos que la jornada partida es la que más garantiza la igualdad de oportunidades para todas las familias, independientemente de dónde vivan y de su nivel socioeconómico. Si se garantiza la igualdad de oportunidades y se respetan las líneas rojas que hemos marcado, estamos dispuestos a hablar", afirma Juan Ballarín, presidente de FAPAR. "Sabemos que el debate está entre las familias y que algunas son partidarias de la jornada continua. Pedimos que el tema se analice despacio, con mucho sosiego y tranquilidad", añade.


Los sindicatos y los padres de la escuela pública critican en su documento que la DGA pusiera en marcha la prueba piloto en Monzón de manera unilateral. Este colegio de nueva creación ha comenzado este curso con jornada continua: de 9.00 a 14.00 con carácter general y hasta las 16.00 para los niños que utilicen el comedor escolar.

Falta una regulación de la DGA

Profesores y padres exigen que antes de implantar la jornada continua en otros colegios, la decisión se debe tomar por una "mayoría cualificada" de la comunidad educativa. La DGA coincide en que la jornada continua no se impondrá de manera obligatoria y que este cambio deberá contar con el apoyo de una "amplia mayoría". Cómo se define esta mayoría y cómo se regula el proceso es ahora uno de los puntos calientes del debate.


"Siempre hemos dicho que la implantación de la jornada continua será voluntaria y a propuesta de los centros. Antes hay que adaptar la normativa y aprobar una nueva regulación sobre horarios escolares. Regular este tema no está sobre la mesa a corto plazo. Primero queremos analizar los resultados de la experiencia de Monzón", afirman desde el Departamento de Educación. Desde la DGA no descartan que la nueva normativa pudiera estar lista este curso, antes del proceso de escolarización.


Por su parte, las familias de la escuela concertada le piden al Departamento de Educación que deje de "lanzar globos sonda" y "abra un debate serio". La Federación Cristiana de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Aragón (Fecaparagón) pide que se profundice en la autonomía de los centros y que los intereses laborales de los profesores no primen sobre los pedagógicos.