Aragón

Los casos de estafa aumentan un 15% y los mayores son las principales víctimas

El año pasado se registraron hasta 3.579 presuntos delitos de este tipo en Aragón, frente a los 3.100 de 2011 y los 2.818 de 2010. Las personas de avanzada edad son las que más sufren los engaños.

La guía editada por el Gobierno de Aragón incluye las estafas telefónicas entre las más habituales.
Estafas telefónicas
GUILLERMO C.

Hace poco más de un mes, un vecino de Zaragoza fue detenido como presunto autor de una estafa de casi 200.000 euros a varias personas de la provincia, a las que pidió ayuda económica para sufragar los gastos del tratamiento de la enfermedad que decía padecer. Este mismo año, un joven fue denunciado por engañar a varios ancianos, a los que hizo creer que tenían una relación de parentesco para que le dieran dinero. No son los casos más comunes con los que se encuentra la Policía, pero sí dos ejemplos más de una actividad delictiva que ha aumentado conforme la crisis agravaba sus consecuencias.


En 2012 se incoaron diligencias previas por 3.579 delitos de estafa en todo Aragón, un 15% más que en 2011 y un 27% más que en 2010, cuando se registraron 2.818 casos, según datos de la Fiscalía. Además, al final del año se habían registrado 332 procedimientos penales por delitos en los que se había determinado ya la presencia de una estafa y el autor de la misma, un 20% más que en 2011 y hasta un 56% más que en 2010. Según la Policía Nacional, los delincuentes suelen pertenecer a grupos organizados, aunque con la situación económica también han podido introducirse nuevos perfiles, ya que es una actividad que no exige demasiada preparación.


“No es nada descabellado relacionar el aumento de los delitos contra la propiedad y la crisis económica”, asegura Tomás Tajada, delegado de Participación Ciudadana del Cuerpo Nacional de Policía en Aragón. Este inspector es uno de los encargados de las labores de prevención de estafas en la Comunidad, una labor que se centra en las personas mayores, las principales víctimas de estos delitos, aunque también realizan una labor educativa con niños y otros colectivos.


“Es un colectivo especialmente vulnerable. Muchos viven solos, pasan mucho tiempo sin compañía y pueden ser más sugestionables”, explica el inspector Tejada, quien se encuentra trabajando en el plan Mayor Seguridad, un programa del Ministerio del Interior para mejorar la seguridad de las personas de avanzada edad y evitar robos en sus domicilios, estafas o el uso fraudulento de sus propiedades, fondos, cuentas y cartillas de ahorro.

Estafas tradicionales


Según el delegado de Participación Ciudadana, siguen predominando las estafas más tradicionales, desde el 'tocomocho' hasta la 'estampita', aunque el más común es el de los falsos revisores. “Los delincuentes se hacen pasar por técnicos de alguna compañía elécrica o de gas para realizar un servicio que el cliente no ha solicitado y cobrarles por una revisión superflua o incluso ficticia”, explica Tejada, quien aconseja a todos los ciudadanos que “no dejen entrar a casa a nadie cuya asistencia no hayan reclamado y le digan que vuelva otro día para así poder comprobarlo con la compañía, los vecinos o la familia. Tampoco deben pagar en mano ninguno de estos servicios, ya que se suelen cargar en el recibo, y que no enseñen ningún documento ni factura”.


Como consejo general, asegura el inspector, hay que ser desconfiado con la gente desconocida, tener claro que si no has jugado nada no te puede tocar ningún premio y, sobre todo, denunciar siempre que se sea víctima de una estafa o que se presencie uno de estos actos delictivos. “Se dan casos de personas que no quieren acudir a la Policía por vergüenza, y denunciar es la única forma de poder acabar con el problema”, indica Tejada.


Pero la 'creatividad' a la hora de diseñar estos engaños hace que las modalidades sean muchas y muy variadas. Los estafadores también se han adaptado a las nuevas tecnologías y no son pocos los anuncios de alquileres falsos en internet o los engaños que se producen a través del correo electrónico, las redes sociales o el teléfono.


Uno de los más comunes es el 'phishing', un delito de estafa bancaria a través de internet que tiene como objetivo obtener los datos personales, claves de cuentas bancarias o números de tarjeta de crédito de un usuario mediante el envío de un correo falso que simula ser del propio banco. “Este tipo de información solo hay que facilitarla en la propia entidad, nunca por correo electrónico”, advierte Tejada, quien también advierte de los reclamos por mensajes de texto al móvil que intentan que los usuarios se suscriban a servicios 'premium' o llamen a números de tarificación especial pensando que han ganado un premio.

Empresas y comercios


Pero no solo los particulares sufren este tipo de actividades delictivas y desde la Policía Nacional también advierten a las empresas o comercios. Uno de las estafas más comunes que suelen sufrir en estos casos son las compras con documentación falsa o engaños como el conocido 'nazareno', que consiste en contactar con proveedores y hacer pequeños pedidos para, cuando se ha ganado la confianza del vendedor, hacer grandes encargos que nunca se llegarán a abonar. O al contrario, y hacer pagar al comprador por adelantado un encargo que no le acabará llegando.