Tiempo en Aragón

La provincia de Teruel, en alerta por lluvias y tormentas

La provincia de Teruel tiene activada la alerta amarilla por lluvias y tormentas. El verano que empieza hoy será normal aunque un poco menos caluroso que los dos últimos.

La Agencia Estatal de Meteorología anuncia para este viernes, en Aragón, probables chubascos localmente fuertes en el este y sur de la comunidad y temperaturas mínimas en ligero o moderado ascenso y máximas sin cambios.


En el área pirenaica, el cielo estará nuboso con chubascos débiles o localmente moderados y ocasionalmente con tormenta, que podrían ser fuertes en algún punto.


En la Ibérica y en la franja oriental de la comunidad, habrá intervalos nubosos, más abundantes por la tarde, con chubascos y tormentas que podrán ser de intensidad moderada o localmente fuerte.


En las demás zonas, habrá intervalos nubosos con probables chubascos dispersos débiles o localmente moderados.


Los vientos soplarán flojos de dirección variable, por la mañana y predominarán los vientos flojos o moderados de componentes oeste y norte por la tarde.


En las capitales de provincia aragonesas las temperaturas oscilarán entre 23 y 11 grados en Huesca, entre 24 y 10 en Teruel y entre 24 y 13 en Zaragoza.


Teruel, en alerta por lluvias

La Dirección General de Interior del Gobierno aragonés ha activado la alerta amarilla por lluvias y tormentas en la provincia de Teruel, pudiéndose registrar precipitaciones de hasta 20 litros acumulados en una hora


En las zonas de Albarracín, Jiloca, Gúdar y Maestrazgo se pueden producir lluvias y tormentas con precipitaciones de entre 15 y 20 litros por metro cuadrado acumulados en una hora, entre las 12.00 de este viernes, día 21 de junio, y la media noche.



Previsión para el fin de semana

Para el sábado, 22 de junio se espera el predominio de cielos poco nuboso o despejados. Temperaturas mínimas sin cambios o en ligero descenso y máximas sin cambios o en ligero ascenso. Vientos flojos o moderados de componentes oeste y norte.


El domingo, 23 de junio habrá intervalos nubosos en el área pirenaica con probables chubascos débiles. En el resto, poco nuboso, con nubosidad de evolución por la tarde en la Ibérica, con posibilidad de algún chubasco disperso, más probables en Teruel, donde podrían ser localmente moderados e ir acompañados de tormenta.


Temperaturas sin grandes cambios. Vientos flojos o moderados de componentes oeste y norte, con rachas fuertes en el valle del Ebro.


El lunes comenzarán a ascender las temperaturas de forma ligera. Habrá intervalos nubosos en el área pirenaica, con posibilidad de precipitaciones débiles en la divisoria. Predominio de cielos poco nubosos o despejados en el resto, con alguna nubosidad de evolución por la tarde en la Ibérica turolense.


Vientos flojos o moderados de componentes oeste y norte, con intervalos de intensidad fuerte en el valle del Ebro y zonas altas.


Un verano menos caluroso pero dentro de lo normal

El verano, que ha comenzado este viernes a las 07.04, tendrá un duración de 93 días y 15 horas, y se espera que, en el conjunto de España sea normal en cuanto a temperaturas y precipitaciones. Sin embargo, la percepción general será de que este será un estío más fresco que los de años anteriores, que fueron más calurosos de lo normal, según la Agencia Estatal de Meteorología.


En la rueda de prensa estacional, el portavoz de la AEMET, Alejandro Lomas, ha dicho que, de acuerdo a los 12 modelos de predicción que maneja la institución, no se aprecian tendencias significativas ni de temperaturas ni de precipitaciones para este verano, por lo que se prevé un verano normal, con algunos frentes que rozarán el Cantábrico y con tiempo seco y soleado para el resto de España.


Sin embargo, el jefe del área de Climatología de la AEMET, Antonio Mestre, ha dicho que los modelos son discrepantes y que en años anteriores daban anomalías positivas pero, en esta ocasión, no se observa ninguna. En todo caso, Lomas ha afirmado que si el verano fuera normal, la percepción general será de "bastante más fresco", porque los últimos años han sido más altos de lo normal, con una anomalía de entre 2 y 3 grados centígrados positivos en 2012.


"Si se compara con los últimos años, que fueron más calurosos de lo normal, este verano será más fresco", ha indicado Mestre que, además, ha precisado que el término normal se compara con el periodo de referencia 1971-2000, cuyos veranos, en los años 70 y 80 fueron más frescos de lo normal. Por eso, considera que este verano, siendo normal, se percibirá como más fresco.


Asimismo, el portavoz de la AEMET ha señalado que esta ha sido la segunda primavera más fría del siglo, por detrás de 2004. Estos datos convierten a la primera mitad de 2013 en un semestre "más fresco de lo normal, el más fresco de los últimos 20 años con un mes de enero y febrero de abundantes lluvia y un marzo de precipitaciones "excepcional".


En cuanto a la primera mitad de junio, Lomas ha dicho que las temperaturas están siendo normales respecto al periodo de referencia (1971-2000) pero está siendo "la más fresca de los últimos 20 años". Además, ha añadido que se están produciendo más precipitaciones de lo normal, sobre todo en el tercio norte.


Por ello, se prevé que junio cierre como un periodo más fresco de lo normal respecto al periodo de referencia 1971-2000 y esto provoca una sensación más fría que en junios pasados, en los que las temperaturas eran superiores a las normales y en los que los veranos entraban antes.


Respecto al trimestre primaveral (marzo-junio) también ha sido "relativamente más frío de lo normal", ya que la temperatura media sobre el conjunto de España es de 12,7 grados centígrados, es decir, 0,3 grados centígrados por debajo del valor medio normal y es, la segunda primavera más fría del siglo, después de 2004. Lomas ha calificado este periodo como "bastante curioso" y ha dicho que, teniendo en cuenta que las dos primeras décadas del periodo de referencia fueron frías, la percepción es de una primavera muy fresca.


Concretamente, las medias de la primavera fueron menores a las habituales en todas las regiones salvo en Andalucía, Valencia, Murcia, Cataluña, Baleares y Canarias, donde superaron "ligeramente" las medias. En Castilla y León la anomalía térmica negativa fue de 1 grado centígrados mientras que en Canarias y el sur de Andalucía, la primavera ha sido "bastante más cálida de lo normal", con anomalías positivas de entre 1 y 2 grados centígrados.


Un 2013 es muy lluvioso 

En cuanto a precipitaciones, esta primavera ha sido "muy húmeda", ya que la precipitación media ha sido de unos 270 litros por metro cuadrado, un valor que supera en un 55% el valor medio del trimestres. Es la quinta primavera más húmeda desde 1947, después de 1971, 1956, 2008 y 1969, ya que se han superado los valores normales "en casi toda España".


Aún más, debido a un mes de marzo "excepcional", este trimestre ha llovido un 75% más de lo normal en amplias zonas de la península, e incluso el doble de lo normal en parte de Andalucía y sureste de Castilla-La Mancha.


Concretamente, en marzo las lluvias triplicaron los valores normales en toda España, excepto en las regiones de la franja norte península, en la franja mediterránea, en Baleares y Canarias. De hecho, en numerosos observatorios de Asturias, Castilla y León, La Rioja, Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía, este mes de marzo ha sido el más húmedo de sus respectivas series históricas.


Mientras, en abril llovió lo normal y resultó húmedo en Baleares, regiones mediterráneas, noroeste de Galicia, algunas zonas del interior de Andalucía y fue más seco de lo normal en Canarias, suroeste peninsular, casi toda Castilla y León y la costa este de Andalucía.


En cuanto a mayo, Lomas ha dicho que fue "el más seco de este trimestre", ya que la precipitación media se quedó en un 25% por debajo de lo normal. Sin embargo, la excepción aquí se ha producido en el norte, ya que en Navarra, La Rioja, noreste de Castilla y León, norte de Aragón y parte de Cataluña, esa treintena ha sido más húmeda de lo normal, en contra de Extremadura, oeste de Castilla y León, suroeste de Andalucía, zonas de levante y sureste y en parte de Baleares y Canarias, donde llovió la mitad de lo normal, por lo que ha sido de seco a muy seco. La precipitación máxima de la primavera se ha produjo el 17 de mayo en San Sebastián, donde se acumularon 86 litros por metro cuadrado.