Economía

La crisis ahoga a los emprendedores y obliga a cerrar 800 empresas en 2012

El año pasado se crearon más de 1.800 negocios, impulsados en muchas ocasiones por parados sin otra salida, pero la presión fiscal y la falta de experiencia agudiza la alta mortalidad empresarial.

Marian y José Mari han creado un negocio de audioguías
La crisis ahoga a los emprendedores y obliga a cerrar 800 empresas en 2012

Dicen que son los llamados a sacar al país de la actual crisis económica, generando empleo, riqueza y actividad comercial. Pero a la hora de la verdad, los emprendedores aragoneses se encuentran más piedras en el camino que apoyo real.


Solo el año pasado la Comunidad creó más de 1.800 sociedades mercantiles, pero a la par se destruyeron 800, según los datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los expertos apuntan a la falta de experiencia de los más jóvenes, y de formación específica para sacar adelante un negocio como las principales causas, junto con la fuerte presión fiscal a la que están sometidos.


De ahí que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, anunciara hace unos días una “tarifa plana de 50 euros durante seis meses" en las cotizaciones sociales para aquellos menores de 30 años que pongan en marcha iniciativas empresariales.


Sin embargo, la realidad demuestra que hace falta mucho más tiempo para asentar un proyecto. En la actualidad, el 75% de los emprendedores tiene que dar por concluida su aventura antes de los cinco primeros años. Y acotando más, el 50% de las nuevas empresas cierra antes de cumplir los dos años.


La creciente tasa de paro y la falta de oportunidades en el mercado laboral están reactivando el interés -muchas veces por no quedar otra opción- de montar un negocio propio. Para ello, más de 4.000 aragoneses optan cada año por capitalizar el paro.


Se trata de un herramienta que permite al desempleado cobrar íntegramente toda su prestación si la va a dedicar a un proyecto empresarial. El año pasado, el importe medio recibido en Aragón fue de 4.310 euros por 143 días capitalizados.


Según el último informe GEM de 2011, “las iniciativas que se han puesto en marcha desde situaciones laborales de paro representan un 23,7%, cuando esta cifra fue del 14,2% en el 2010”. Además, casi un 57% del total de la actividad en fase emprendedora “todavía no está aportando los beneficios esperables para la economía en términos de riqueza, empleo e innovación”.


Más formación, más éxito.

De ahí que las dudas surjan desde el primer momento y que la viabilidad del proyecto se plantee a largo plazo. Para ello, cada vez son más frecuentes las denominadas incubadoras o viveros de empresas, como el CIEM de Milla Digital o Zaragoza Activa en la Azucarera, ambos en la capital aragonesa.


La tasa de supervivencia de las empresas alojadas en este último supera el 80% a los dos años de su creación. La capacidad de formación y supervisión de los proyectos en este tipo de centro es crucial para el futuro de los emprendedores. Es el caso de José María Pérez. En 2008 tuvo que cerrar su negocio por falta de financiación.


Si no hubiera venido a la Azucarera, habría montado otra empresa y habría vuelto a fallar”, explica. Su iniciativa, P15, se dedica a la venta de audioguías y consultora turística. “Aquí nos enseñan a pulir defectos y a anticiparnos a las novedades del mercado”, resume junto a su socia Marian Recaj.