Acción social

El desempleo dispara en Aragón el número de voluntarios

La crisis económica multiplica el número de personas, la mayoría desempleadas, que colaboran con todo tipo de asociaciones solidarias.

Voluntarios de la Cruz Roja ayudan a un sintecho
El paro dispara el número de voluntarios en Aragón
V. L.

La crisis ha disparado el número de desempleados, pero también el de personas dispuestas a ayudar a los demás por la simple satisfacción de hacerlo. Desde que comenzó la recesión económica, las oenegés aragonesas han experimentado un enorme crecimiento del número de voluntarios dispuestos a dedicar parte de su tiempo a la acción solidaria.


Hay mucha gente que se ha quedado en el paro y quiere dedicar parte de su tiempo libre a ayudar a otras personas”, explica Alicia Giménez, coordinadora de los programas de voluntariado de Cruz Roja en Zaragoza. Los números, que indican una tendencia al alza de la solidaridad aragonesa, avalan sus palabras.


Durante el primer trimestre de 2011, fueron 85 las personas que realizaron todo el proceso para incorporarse a alguno de los programas que gestiona esta entidad, por las 333 que se unieron a la delegación zaragozana de Cruz Roja en los últimos tres meses del año.


Un crecimiento de casi un 300% entre los dos trimestres para el que las organizaciones solidarias encuentran explicaciones. “Para una persona que ha estudiado o trabajado durante toda su vida es duro levantarse por la mañana y no tener nada que hacer. Hay mucha gente desempleada que ha encontrado en el voluntariado una forma de sentirse útiles para la sociedad y ocupar parte de su tiempo libre”, explica Giménez, feliz con la saturación de sus programas de formación. “Cada vez que sacamos un curso nuevo nos quedamos sin plazas en dos días”, afirma la responsable de Cruz Roja, que gracias a este 'boom' ha conseguido crear 300 puestos nuevos en Zaragoza y aumentar el número total de voluntarios a 8.598, medio millar más que durante el año anterior.


También ha notado el aumento Jesús Luesma, secretario técnico de Cáritas en Aragón: “El incremento fue todavía mayor cuando comenzó la crisis, pero sigue siendo una tendencia al alza”. Un hecho que ha permitido a la mayoría de organizaciones afrontar con más garantías una complicada situación, pues la cantidad de gente necesitada se ha multiplicado todavía más que la de voluntarios.

Cambio de perfil


“Se ha producido un aumento de las personas interesadas en unirse a programas de acción social, pero también un importante cambio en el perfil del voluntario”. Así lo asegura María Martínez, técnico sociocultural de la Coordinadora Aragonesa de Voluntariado, una asociación que asesora a las personas interesadas en unirse a un proyecto solidario y las deriva a las entidades que más se ajustan a sus necesidades. “Cada día vienen más gente de mediana edad, sobre todo interesados en acción social, infancia y discapacidad”, indica Martínez.


Un cambio de perfil en el que coinciden gran parte de las entidades aragonesas. “Siempre hemos tenido un nivel alto de gente joven que todavía está estudiando y de personas jubiladas, pero ahora vienen muchos más hombres de entre 30 y 50 años”, asegura la coordinadora de Cruz Roja, que también achaca al paro la transformación del rostro de la solidaridad: “Suele tratarse de gente con sensibilidad social que hasta ahora, por sus obligaciones laborales y familiares, no tenía tiempo para unirse a este tipo de actividades”.


Pero además de la crisis y el paro, desde las organizaciones solidarias también coinciden en que la situación económica ha despertado el lado más humano de los aragoneses: “Todos tenemos algún familiar, amigo o vecino que está pasando por una situación complicada”.