IRLANDA

A pagar, con excepciones

El sistema público de salud irlandés es bastante diferente al español. Para empezar, no hay oposiciones. Gracias a ello, yo tengo plaza fija de funcionaria desde hace varios años.

El sistema público de salud irlandés es bastante diferente al español. Para empezar, no hay oposiciones. Gracias a ello, yo tengo plaza fija de funcionaria desde hace varios años. Los médicos de familia son privados y cada visita puede costar entre 50 y 60 euros; una resonancia magnética unos 300 y una visita a un fisioterapeuta desde 50 euros por sesión. Además, todos los medicamentos son carísimos (con o sin receta médica). Por ejemplo, una caja de 12 pastillas de Ibuprofeno puede costar entre 5-6 euros; antibióticos, entre 20 y 30 euros. Además, si te ingresan en un hospital publico por algún proceso no urgente, te cobran por noche unos 80-90 euros, hasta un máximo de 10 noches al año.


Algunos pensionistas y desempleados que cobran por debajo de lo que el Gobierno considera mínimo, tienen acceso a una tarjeta médica con la que tienen todos los gastos cubiertos. Pero los demás, a pagar, que los impuestos no lo cubren.


La mayoría de los edificios de los hospitales públicos tienen mas de 100 años, por lo que hay cosas que se deberían cambiar. Además, las listas de espera son descomunales. Para ver a un especialista, te puede pasar más de un año. A los trabajadores, cada vez nos lo están poniendo más difícil ya que los presupuestos están desapareciendo. Si alguien deja su empleo en el sector publico, no se le puede cubrir. Las plazas las dejan libres en un intento de abaratar costes. Esto esta llevando al retraso de ingresos y al bloqueo de camas.


No hace falta decir, que como el sistema público no funciona bien, el sector de la salud privada esta muy presente en nuestras vidas. Existen solo tres compañías de seguros de salud, que pueden cobrar por un plan de salud sencillo desde 50 euros al mes por persona. Depende de las mensualidades, este seguro puede cubrir todos los gastos o solo aquellos incurridos durante ingresos a hospitales concertados. Eso si, ¡ojito con la letra pequeña!


La gente en general esta muy enfadada con la ministra de Sanidad. De hecho, en un mitin la semana pasada le tiraron pintura roja simbolizando sangre. Ni se inmutó. A pesar de todo, he de reconocer que el equipo humano en el sector publico es impresionante. Todo el mundo intenta hacer todo lo que puede de la mejor manera posible... y a veces no es