TARAZONA Y EL MOCAYO

Construyen en Malón el primer restaurante para crear empleo

Las instalaciones saldrán a concurso cuando finalicen las obras.

El alcalde (dcha.) y el secretario, en las cocinas del local.
Construyen en Malón el primer restaurante para crear empleo
nora bermejo

Los servicios que ofrece la localidad de Malón, en la comarca de Tarazona y el Moncayo, se verán próximamente incrementados gracias a la construcción del primer restaurante del municipio que impulsa el propio Consistorio. Ha sido necesaria una inversión de 350.000 euros para transformar el antiguo casino en un restaurante dotado de todos los equipamientos necesarios para cumplir su función de alimentar a muchos comensales.

 

La idea del Ayuntamiento es sacar a concurso este servicio de restauración, el primero del pueblo, que sí que cuenta con varios bares, y conseguir crear empleo, un objetivo prioritario en esta época de crisis. "Queremos que lo explote una familia o bien alguien de cierto prestigio en el sector, vamos a contactar con diferentes cocineros de la zona y de fuera porque pensamos que el lugar reúne las condiciones", explica el alcalde de Malón, Alberto Mesa.

 

Todo parecen ventajas, ya que el restaurante cumple la "exigente normativa" que se aplica a este tipo de instalaciones. El local está completamente climatizado y está adaptado para que pueda acoger a personas con movilidad reducida.

 

"La empresa o persona que lo gestione no tendrá que hacer ninguna inversión, el Ayuntamiento no tiene interés a corto plazo en obtener ingresos sino en que se dé un servicio nuevo en el municipio", asegura el primer edil malonero. Los responsables municipales se muestran ilusionados con la puesta en marcha del establecimiento, que consideran clave para favorecer el desarrollo del pueblo. "Vamos a prestar un servicio que no existe ahora y que es necesario para el futuro de Malón", señala Mesa.

 

Lo cierto es que las obras están muy avanzadas, y su finalización está próxima. El restaurante cuenta con un amplio comedor diáfano y con unas vistas espectaculares sobre el Moncayo y el valle del Queiles, algo que el alcalde considera que será un "elemento diferenciador".

 

La cocina está dotada de todos los equipamientos necesarios y además hay otra sala destinada a guardar y fregar la vajilla y los servicios correspondientes. En total, el restaurante consta de 200 metros cuadrados de superficie.

 

"Es un espacio bastante amplio, la idea inicial era que pudiera caber al menos un autobús de turistas completo, por lo que el restaurante tiene 70 plazas de capacidad", explica Alberto Mesa.

 

El restaurante será, además, un complemento al Museo del Agua, situado a pocos metros. Hasta este lugar acuden numerosas personas interesadas en los contenidos del propio museo que, en ocasiones, acoge eventos como cursos de verano o conferencias. "Este servicio complementará al propio museo y viceversa", opina el alcalde.

 

Además, la residencia privada de ancianos que se inauguró en el pueblo el año pasado también asegura potenciales usuarios para el restaurante. "Quienes visitan a sus familiares residentes nos demandan este servicio", asegura Mesa. Una demanda que aumentará cuando se cubran todas las plazas de la residencia gracias a un próximo convenio con el Gobierno de Aragón.