Un libro recoge la historia de los riegos del río Huecha
CAMPO DE BORJA
El Centro de Estudios Borjanos (Cesbor), de la Institución Fernando el Católico, ha publicado el libro 'La Huecha y la Elma: Una historia de riegos y conflictos en el valle del río Huecha'. Su autor, el mallenero Guillermo Carranza Alcalde, recoge los derechos de la villa de Mallén sobre las aguas de este afluente del Ebro desde la Edad Media y repasa las condiciones de riego en todo el valle.
Carranza se centra en el conocido como derecho de la Elma que permitía al municipio el riego con aguas del río Huecha durante los cuatro últimos días de abril y mayo, algo que se afianzó a partir de una sentencia del Justicia de Aragón de 1489. Además, el autor señala que durante la etapa medieval existieron otros convenios suscritos por los concejos y los señores feudales de los pueblos del valle "con el fin de regular los escasos caudales del río".
Sin embargo, el derecho de riego con las aguas de la Elma no era una exclusividad de Mallén, ya que también participaron del mismo otras poblaciones como Magallón -villa de realengo-, las tierras de la granja de Muzalcoraz pertenecientes al monasterio de Veruela, la cercana pardina de Gañarul -integrada actualmente en el término de Agón-, el lugar de Fréscano y la villa de Cortes de Navarra.
Para acceder al agua durante los días señalados, las autoridades de Mallén se presentaban ante el Jurado de Borja para presentarle las Letras Decisorias emitidas por la Corte del Justicia de Aragón.
Este derecho de la Elma, que ya representaba una costumbre arraigada en el siglo XII, se mantuvo vigente por Mallén hasta mediados del siglo XX, aunque de una forma testimonial, ya que en el año 1935 se había construido el Canal de Lodosa, que suplía las carencias de agua de riego en la villa.
Para Manuel Gracia Rivas, presidente del Cesbor, "este estudio tiene un enorme interés", ya que las normas que regularon la utilización de los caudales en el pasado continúan vigentes. "Solo se difuminaron en el tiempo algunos derechos cuando las obras hidráulicas modernas los hicieron innecesarios", añade Gracia.