COMARCAS

El buen caudal del río Gállego favoreció un espectacular descenso de navatas

Numeroso público siguió aguas abajo las evoluciones de la embarcación, una tradición recuperada hace seis años en la Galliguera.

Más de doscientas personas siguieron ayer a orillas del río Gállego el descenso de la navata construida el día anterior por miembros de las asociaciones de navateros de la Galliguera y del Sobrarbe. La tradicional embarcación, que se utilizaba antaño para transportar los troncos de madera desde la montaña a la tierra llana, cubrió a buen ritmo el tramo comprendido entre Murillo y el puente de Santa Eulalia de Gállego.


Esta fue la actividad estelar de las VI Jornadas del Río Gállego que se desarrollaron durante todo el fin de semana. Los actos estaban organizados por la Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos, la Asociación de Amigos de la Galliguera y la Asociación de Nabateros d'a Galliguera.


El descenso se inició a las 11.00 y se completó en tres horas, el tiempo previsto por los organizadores. El caudaloso río, gracias a las intensas lluvias de semanas pasadas, favoreció la navegación, que fue rápida y no registró ningún incidente. La navata estuvo tripulada por cuatro navateros de la Galliguera y dos del Sobrarbe, que desde que se recuperó esta tradición colaboran activamente con sus colegas del Gállego.


Más de doscientas personas participaron posteriormente en la localidad de Biscarrués en una comida popular. Más tarde, a las 17.00, los Titiriteros de Binéfar representaron en la plaza del pueblo el espectáculo "No nos moverán", que consiguió emocionar y hacer bailar al cerca de medio centenar de personas que se reunieron en la plaza. Los organizadores destacaron el éxito de la convocatoria y realizaron un balance muy positivo de las jornadas. "Cada año acude más público a unas jornadas -explicaron fuentes de la coordinadora- que sirven para reivindicar y disfrutar un río Gállego vivo".