El Real Zaragoza de División de Honor Juvenil engarzó ayer la novena victoria consecutiva, tras superar a la Peña Deportiva. El conjunto de Javier Garcés es segundo, a seis puntos del Barça y a cinco de su más inmediato perseguidor, firmando la mejor campaña de la época más reciente.

Restan siete jornadas para el final y la ilusión sobre esta generación de futbolistas es máxima. ¿Cómo se vive esta situación en el vestuario?

La vivimos semana a semana porque el fútbol puede cambiar mucho en quince días. Cuando llegue la jornada 30 veremos si se puede hablar de éxito o no. De momento, llevamos una buena racha y hemos conseguido generar optimismo después de empezar en circunstancias anómalas.

Para conseguir nueve triunfos consecutivos se deben hacer las cosas muy bien.

Y, como te digo, tras una mala situación de inicio. De los primeros quince puntos en juego, perdimos diez, pero luego solo hemos dejado nueve.

Los guarismos son muy buenos, pero quizá la mayor alegría es la sensación de que en esa plantilla se esconde mucho potencial.

Colectivamente es un equipo que compite bien. Claro que hay varios futbolistas que marcan diferencias, pero yo no te sabría destacar a uno. La suma de todos es importante y no me refiero a once futbolistas. Tenemos a 15 o 16 chicos de buen nivel. En una temporada con muchas ausencias en la que Forcén no se ha estrenado con nosotros, Álvarez ha estado poco y Clemente ha empezado a jugar en la segunda vuelta, hay jugadores que han disputado buenos minutos y han hecho que el equipo pudiera arrancar.

¿Qué jugadores cree que están progresando más?

En líneas generales, se habla mucho de la generación del 99, pero la aportación de los chicos nacidos en el 2000 esta siendo sustancial. Los Azón, Aguado, Tresaco y compañía son un complemento perfecto.

Los hermanos Vicente, Soro, Jorge Pérez, Tresaco, Pepo, Subías, Álvaro Martín, Clemente, entre otros, contribuyeron a que Aragón se proclamase campeón de España sub 18. ¿Es una ventaja contar con peloteros así?

No creo que tenga nada que ver. Marcén, Baselga o Castillo no formaron parte de aquel bloque y están dando un gran rendimiento. El Olivar solo tiene a uno o dos chicos y está haciéndolo muy bien.

Muchos juveniles han ido participando a lo largo del curso con el RZD Aragón en Segunda B. ¿Considera que es un plus en su formación?

Hay seis jugadores juveniles fijos que entrenan con el filial y juegan según las necesidades. A veces es un plus, pero a veces puede no serlo. Se debe observar cada caso de manera individual porque a uno le puede afectar bien competir en esa categoría y a otro le puede sentar mal subir con el Aragón y volver a jugar con el juvenil.

¿Vencer al Mallorca pudo ser un impulso definitivo?

Esa victoria supuso un golpe de moral importante. Es el equipo que con más diferencia nos ganó en el marcador y en el juego, así que servía para ver lo que se ha mejorado en una vuelta. Fue un partido más igualado de lo que indica el marcador (4-2), pero no es fácil hacerle cuatro goles a nadie.

¿Se puede dar caza al Barça?

No me planteo ni darle caza ni que nos puedan pillar. En mi anterior etapa en el juvenil fuimos al campo del Espanyol, que era líder con tres puntos de desventaja. Perdimos aquel partido y los dos siguientes.

¿Hace especial ilusión jugar la Copa del Rey?

Nos hace ilusión porque no la juega el Real Zaragoza desde la 2007-08, conmigo de entrenador y la quinta de Ander Herrera.

¿Atraviesa una de sus temporadas más bonitas?

Sí, pero para hacer una buena temporada hace falta tener una buena generación de futbolistas y que venga todo de cara. Sobre todo, estoy contento porque en el fútbol base del Real Zaragoza hubo muchos vaivenes y ahora se recoge el fruto que da la estabilidad.

La próxima liga comenzará con tres equipos aragoneses. ¿Es síntoma de que se trabaja bien en Aragón?

Siempre se trabaja bien, pero creo más en las hornadas y en las quintas.