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¿Qué debo tener en cuenta antes de firmar un contrato de alquiler?

Para evitar sustos, desde Grupo Tecnocasa aconsejan revisar algunos aspectos antes de hacerlo.

En algo tan importante como el alquiler del inmueble en el que se va a vivir, prevenir siempre es mejor que curar.
En algo tan importante como el alquiler del inmueble en el que se va a vivir, prevenir siempre es mejor que curar.
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Antes de firmar un contrato de alquiler, los futuros inquilinos han de hacer algunas comprobaciones para evitar sorpresas. Por ejemplo, cerciorarse de que quien alquila el piso es realmente el propietario de la vivienda, que tiene capacidad de alquilar y que realmente es quien dice ser.

Aunque pueda sonar un poco exagerado, la verdad es que se trata un trámite sencillo, que no lleva mucho tiempo y que puede ahorrar algún disgusto, según explican desde Grupo Tecnocasa, especialistas en compra-venta y alquiler de viviendas. Se puede comprobar fácilmente solicitando una Nota Simple en el Registro de la Propiedad.

Si la persona que va a alquilar la vivienda actúa en nombre del propietario o titular, es necesario revisar si tiene el poder notarial para hacerlo.

Revisar bien el contrato de alquiler antes de firmarlo

En algo tan importante como el alquiler del inmueble en el que se va a vivir, prevenir siempre es mejor que curar. Por eso, es aconsejable formalizar el contrato de alquiler siempre por escrito y asegurarse de leer con mucho detalle todas las cláusulas del documento.

Si surgen dudas sobre algún punto del contrato, la mejor opción es preguntar hasta que quede totalmente claro. Incluso llevándose el contrato a casa para leerlo con detenimiento antes de aceptarlo.

Y, por supuesto, si no se tiene claro, es mejor no firmar el contrato de alquiler. Una vez hecho, ya será demasiado tarde si no se está de acuerdo con algún punto.

¿Cuánto dura un contrato de alquiler?

Tanto la renta como la duración del contrato de arrendamiento son las que las partes hayan pactado. En este sentido, se podría decir que la duración de los contratos de alquiler es libre, aunque esto no es del todo cierto.

Antes la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) recogía que si se pactaba una duración inferior a tres años, existía una prórroga del contrato hasta esos tres años que era obligatoria para el propietario y potestativa para el arrendatario.

Con el nuevo decreto Ley, que introduce algunos cambios en la Ley de Arrendamientos Urbanos, se amplía la duración de los contratos de alquiler. Ahora han pasado de tres años a cinco años.

Además de prolongarse la prórroga obligatoria, se amplía el plazo de prórroga tácita. En este caso, pasa de uno a tres años. Esto significa que, una vez terminados los primeros cinco años, el contrato será prorrogable por tres años más.

Otros aspectos a tener en cuenta

Otro aspecto que parece muy obvio pero que hay que tener en cuenta es certificar que la vivienda que se va a alquilar tiene la cédula de habitabilidad correspondiente. Este documento garantiza que el inmueble está en condiciones de ser ocupado. Además, la cédula es necesaria para dar de alta los suministros de electricidad, agua y gas.

Antes de firmar el contrato de alquiler también es recomendable revisar a fondo la vivienda para asegurarse de que responde a las  necesidades. Es importante fijarse en las cosas que incidirán en la calidad de vida: la entrada de luz natural, los ruidos que provienen de la calle o de otras viviendas vecinas, que las ventanas y puertas cierran correctamente...

Además, si el edificio donde está ubicada la nueva vivienda de alquiler es antiguo, es aconsejable asegurarse de que las instalaciones eléctrica, de agua y de gas funcionan correctamente. De hecho, para quedarse más tranquilo, es posible pedir un certificado de la revisión del gas al propietario.

REALIZADO POR BLUEMEDIA STUDIO
Este contenido ha sido elaborado por BLUEMEDIA STUDIO, unidad Branded Content de Henneo.