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Recién graduado, ¿por qué cursar un máster?

El final de curso es el momento oportuno para plantearse qué hacer después de las vacaciones de verano. 

Ampliar conocimientos o profundizar y darles un enfoque práctico a los adquiridos durante la etapa universitaria son las principales ventajas de estudiar un máster.
Ampliar conocimientos o profundizar y darles un enfoque práctico a los adquiridos durante la etapa universitaria son las principales ventajas de estudiar un máster.
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Mientras más de 6.600 estudiantes aragoneses acaban de realizar las pruebas de acceso a la Universidad, otros muchos están a punto de terminar sus estudios de grado y se están planteando nuevos itinerarios de desarrollo académico o profesional para su futuro más inmediato.

De hecho, continuar formándose es una de las opciones preferentes de los recién graduados, que buscan una óptima preparación para afrontar el salto al mercado laboral y que pueden compatibilizar sus pinitos profesionales con programas de estudios superiores.

Por ello, cursar un máster sigue estando en el punto de mira de la población universitaria, además de ser obligatorio si se se quiere acceder a un doctorado. Igualmente, es una opción muy demandada por profesionales en activo que quieren renovarse o ampliar sus conocimientos tras años de experiencia.

Entre los motivos principales por los que se elige un máster destacan la especialización que ofrece en un área concreta y su enfoque práctico, que lo convierten en un elemento de transición perfecto entre el mundo académico y laboral. Tanto es así que muchos máster incluyen la realización de prácticas en empresas, una gran oportunidad para dar los primeros pasos en el mundo profesional e, incluso, optar a un contrato laboral.

Precisamente por esa especialización, está comprobado a través de diversos estudios del sector que un máster proporciona una mayor empleabilidad, dada la dedicación que requiere y los contenidos que se imparte, muy vinculados a la realidad empresarial. Así, acreditar su realización es, hoy en día, un valor claro de diferenciación en un proceso de selección frente a otras candidaturas.

Por último, el máster es una buena fuente de contactos, en la que se conoce a profesores y compañeros con intereses similares. Esto permite formar parte de una red o 'networking', que propicia estar al día en todo lo relativo a un determinado sector: desde sesiones formativas y cursos de especialización hasta posibles ofertas de trabajo.

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