Operar la obesidad sin ingreso hospitalario, un reto al alcance
El doctor Solano, jefe de la Unidad de Cirugía Laparoscópica Avanzada de Quirónsalud Zaragoza, adelanta su nuevo desafío a medio plazo.
Octubre del año 2000. Elvira, enfermera de mediana edad. Sufría obesidad mórbida. El doctor Jorge Solano, jefe de la Unidad de Cirugía Laparoscópica Avanzada de Quirónsalud Zaragoza, recuerda este caso perfectamente. Fue el principio de un gran avance. “Durante varias semanas, tuvimos que diseñar la intervención sobre papel, porque jamás se había hecho en el mundo un bypass biliopancreático por laparoscopia. La operación duró seis horas y acabamos agotados, pero muy satisfechos, la paciente evolucionó sin complicaciones”, asegura.
El doctor Solano se convirtió así en uno de los primeros cirujanos en utilizar técnicas por laparoscopia para tratar esta enfermedad. Hoy, tras miles de pacientes operados, sigue teniendo esa mezcla de sensaciones antes de entrar al quirófano, inquieto pero seguro. Sin embargo, la situación es muy diferente. El esfuerzo constante y la evolución de la tecnología han permitido reducir a 30 minutos el tiempo de la cirugía, algo impensable aquel primer día. “Opero siempre con el mismo equipo, por lo que todo está muy protocolizado. De este modo, hemos disminuido los tiempos quirúrgicos y aumentado la fiabilidad de la intervención”, subraya.
Con la mirada en el horizonte, el reconocido especialista avanza su siguiente reto en el Día Mundial de la Obesidad: “Confío en que el próximo paso sea hacer una cirugía ambulatoria. Que el paciente pueda irse a casa el mismo día de la intervención y creo que estamos cerca”.
Compañeros de viaje
Como explica el doctor, “la medicina es un aprendizaje y un viaje constante. Y no podemos empezarlo sin el paciente”. “Se trata de una cirugía muy exigente que no solo debe salir bien, sino funcionar al cabo de los años y alcanzar la pérdida de peso que nos habíamos marcado”. En definitiva, “cambiar por completo la vida del paciente”.
Por eso, considera clave afrontar los casos de “forma individual”. “Hacemos muchos tipos de intervenciones porque todos los obesos no son iguales. El objetivo es el mismo, pero hay que adaptarlas a cada paciente”, puntualiza. “Asimismo, es fundamental entender sus hábitos, su trabajo, sus objetivos y mantener comunicación continua con ellos”.
Muchas horas en el quirófano, tecnología puntera, confianza y atención personalizada seguirán guiando el camino de este equipo, que no cesa en la búsqueda de las mejores soluciones quirúrgicas para hacer frente a la obesidad.
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