"Desde hace más de una década, la Muestra Agroecológica de Zaragoza ha querido ser un punto de encuentro entre los productores y los consumidores. Un espacio donde les ofrecemos productos ecológicos y de proximidad y les enseñamos las bondades de comprar alimentos de la tierra, cultivados por nosotros mismos", explica Rafael Gutiérrez, presidente de la Asociación de Productores Ecológicos, quien se muestra muy orgulloso de haber recibido el Premio a la Empresa-Proyecto Más Sostenible, patrocinado por Coca-Cola.

"Estamos muy satisfechos del galardón, sobre todo en un año tan complicado como este. Estuvimos cerrados durante semanas por la pandemia, pero seguimos sirviendo nuestros productos a domicilio, con mucho esfuerzo y adaptándonos a las circunstancias que estábamos viviendo. Se lo debíamos a los clientes, que apuestan por nuestro género y tienen con nosotros una relación de total confianza. Nos gusta el trato directo, el poder hablar de los productos", matiza.

Durante los años que llevan sirviendo directamente al consumidor, primero por los barrios, luego en la plaza de Sinués Urbiola y ahora en los alrededores de la Fuente de la Hispanidad de Zaragoza, todos los sábados de 8.30 a 14.00, este mercado se ha convertido en una cita obligada para los amantes del producto de calidad. Consumidores que no solo se preocupan de lo que comen, sino que también se interesan por las personas que hay detrás de las hortalizas, frutas, huevos, lácteos o conservas que se llevan a casa.

Difusión y participación

La muestra, gestionada desde el Servicio de Mercados del Ayuntamiento de Zaragoza, congrega a una media de entre 20 y 30 puestos de productores del entorno de Zaragoza. Una cita semanal con la alimentación sana y sostenible, que, en situación de normalidad, el cuarto sábado de cada mes organiza vermús agroecológicos, con música, baile, talleres, actividades infantiles, degustación de tapas y otras propuestas.

Además, algunos productores participan en charlas en los colegios para difundir las bondades de los productos de proximidad y ecológicos y sensibilizar sobre temas ambientales, prácticas sostenibles y consumo responsable. "Hay niños que no han visto nunca productos frescos, como el hinojo o la zanahoria, y ahí estamos nosotros, para enseñarles a reconocerlos y probarlos", concluye Gutiérrez.