‘Muchas gracias’ a una comunidad educativa que, en pandemia, ha sacado lo mejor de sí misma

Si algo quedó claro en la Gala de la Educación Aragonesa organizada por HERALDO y la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía es que la educación es un tema que siempre ha levantado grandes pasiones y que, durante mucho tiempo, ha sido y sigue siendo motivo de debate entre los diferentes agentes sociales, hasta el punto de variar las leyes educativas en casi cada cambio de legislatura, con el consiguiente prejuicio que eso puede acarrear en todos y cada uno de los miembros de la comunidad educativa.

En este sentido, la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, respondiendo al director de HERALDO DE ARAGÓN, Mikel Iturbe, insistió en la necesidad de "ser capaces de lograr consensos" porque la sociedad "agradecería muchísimo llegar a un acuerdo en materia educativa".

Lo que sí quiso agradecer ella en este emotivo encuentro fue el trabajo desarrollado por el profesorado y el resto de la comunidad educativa en estos dos años marcados por la crisis de la covid-19. Una pandemia que permitió "sacar lo mejor de cada uno", en aras de conseguir que los alumnos volvieran a las clases y retomaran la presencialidad en cuanto fuera posible. Alegría recordó que las cosas van mejorando poco a poco, y que hay aspectos que han llegado para quedarse, como la digitalización. En este caso, insistió en que aunque es una herramienta que ha sido y es muy importante, hay que seguir mejorando para evitar el riesgo de "ensanchar las desigualdades entre el alumnado".

En su intervención, la ministra también hizo mención a algunos de los temas de actualidad de de los últimos días, como la presencia de la filosofía en el curriculum, la eliminación de las notas numéricas o el proceso de escolarización de los más de 7.200 menores ucranianos.

Ella fue la encargada de poner el broche final a una gala que abrió el consejero de Educación y Cultura del Gobierno de Aragón, Felipe Faci, quien también elogió el papel destacado de la comunidad educativa en esta pandemia. "Hemos visto que ha sido el eje fundamental para poder mantener la educación viva, poder superar la pandemia y poder continuar el proceso educativo con nuestros alumnos", apuntó.

Y en este sentido, el consejero insistió en dos aspectos claves, por una parte, la necesidad de fomentar la participación de la comunidad educativa en todos los procesos formativos y, por otra, la necesidad de apostar por la flexibilidad y dar mayor autonomía a los centros.

Sobresaliente en compromiso e implicación

El reconocimiento al ámbito educativo aragonés, que vertebró el desarrollo de la gala, pasó por el análisis de las claves que garantizan un aprendizaje integral y a la altura de los retos de la sociedad. En la actualidad, y según las palabras de Juan Antonio Planas, orientador y presidente de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía, dichos retos consisten en seguir apostando por la inclusión, la gestión emocional y la interacción humana, como forma de afrontar los trastornos y conflictos que, hoy por hoy, más preocupan en las aulas, en muchos casos derivados de las excepcionales circunstancias que impuso la crisis sanitaria de 2020.

En este escenario pospandémico, las nuevas metodologías juegan un papel fundamental, tal y como se confirmó en la primera de las mesas redondas que se programaron en la gala y que reunió a docentes de primaria, secundaria, escuelas rurales y centros de Formación Profesional de destacada trayectoria. Según sus respectivas experiencias, estas innovadoras herramientas ya llevan tiempo aplicándose con éxito en Aragón, debido a que la cooperación, el trabajo por proyectos o la atención a las competencias sociales son determinantes a la hora de favorecer la inclusión, la autonomía y el pensamiento crítico del alumnado, así como la flexibilidad y la personalización en el aprendizaje.

En todo ello redundó Laura Pueyo, profesora en una High School de Londres, en su intervención telemática, al insistir en la importancia de la calidad docente en los centros y referir como ejemplo las técnicas que están poniendo en marcha en Reino Unido para alcanzar ese objetivo.

A continuación fue la educación emocional la que protagonizó el foro, gracias a la presencia de voces autorizadas en la gestión, dirección y orientación de los centros aragoneses. Todas ellas subrayaron la necesidad de convertir el bienestar y la felicidad del alumnado en una asignatura transversal a la adquisición de conocimientos, máxime después de los momentos tan difíciles que se han vivido en los últimos dos años. La meta debe ser, como se puso de relieve, que lo emocional se equipare con lo curricular a través de herramientas didácticas específicas que están a disposición del profesorado.

Palabras como resiliencia, implicación y tolerancia se impusieron a las de frustración, ansiedad y estrés en las distintas intervenciones expertas, que destacaron el poder de la educación para que la sociedad avance de forma conjunta.

Cientos de asistentes, en representación del sector de la educación en Aragón, fueron testigos de las impresiones vertidas en una gala que contó con la colaboración de Megablok, Santillana y los colegios Santa María del Pilar, Molière y Juan de Lanuza de Zaragoza. El agradecimiento y el reconocimiento a la comunidad educativa dejó, además, un mensaje de optimismo para el futuro, pues de forma unánime se quedaron convencidos de que la educación lo puede todo.