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Cientos de años de historia en unas calles llenas de actividad para después de esquiar

Jaca es una ciudad con edificios singulares y una gastronomía que mezcla tradición con modernidad.

El momento del ‘après ski’ se transforma en Jaca en una multitud de posibilidades, razón por la que es la localidad escogida para alojarse por muchos aficionados a los deportes de invierno. Su extraordinaria ubicación, en el valle del Aragón con más de 250 kilómetros esquiables en sus alrededores, la convierten en la opción perfecta para los que se desplazan desde cualquier punto de España o del extranjero.

La ciudad y sus alrededores ofrecen a sus visitantes multitud de actividades de ocio, cultura y diversión para todas las edades. La experiencia permitirá descubrir múltiples secretos entre los edificios y rincones del lugar.

Calles con encanto

Las calles de la capital de la Jacetania son un repaso por la historia de Aragón desde su más ancestral comienzo. Desde la calzada romana recientemente descubierta hasta múltiples edificios modernistas, Jaca presenta numerosos rincones para sorprender a todo el que se acerque a ella.

Deportes para todos

Los deportes y, sobre todo los de invierno, son parte importante de la vida de Jaca. El Palacio de Hielo de la localidad, una de las instalaciones más punteras de su categoría, es la punta de lanza sobre la que se asienta la pasión de los jaqueses por la práctica deportiva. Todo aquel que quiera, aunque sea amateur podrá vivir una experiencia de patinaje libre, descubrir el ‘curling’, el patinaje artístico o el hockey en una instalación que ha albergado pruebas internacionales.

El entorno que rodea Jaca también invita a hacer deporte al aire libre mientras se está en contacto con la naturaleza. Los paseos a caballo, en bicicleta o la marcha nórdica son opciones para descubrir los encantos de los paisajes cercanos. Practicar escalada es otra de las opciones para los deportistas, con enclaves como Peña Oroel, donde se puede realizar senderismo.

Los deportes de aventura son cada día más apreciados por las personas que visitan el Pirineo y el valle del Aragón es un lugar idóneo para practicarlos. El paracaidismo y el parapente darán una perspectiva aérea del paisaje a todo el que se atreva a practicarlo. Mientras que actividades como el descenso de barrancos, el ‘rafting’ o el ‘paintball’, que desde esta temporada puede practicarse en Jaca, aportan una descarga de adrenalina única.

Un camino por descubrir

El Camino de Santiago tiene en Jaca un paso obligado para todos los peregrinos, que no pueden dejar de visitar la catedral de San Pedro, construida por el rey Sancho Ramírez para dotar de poder religioso a Jaca cuando la proclamó capital del Reino de Aragón, y el hospital de peregrinos, que se encuentra en la antigua judería. Dos etapas del intinerario fracés tienen la localidad como protagonista. Pero en su entorno también se pueden realizar excursiones en las que descubrir la idiosincrasia del valle del Aragón.

Sin salir del casco urbano jaqués, se puede hacer un recorrido entre el Árbol de la Salud y hasta el cementerio en el Llano de la Victoria, y si se quiere disfrutar de unas excelentes vistas, se debe acudir hasta el lugar conocido como el ‘rompeolas’, que se encuentra ubicado al final del paseo de la Constitución.

Una joya cultural y arquitectónica

Jaca es una ciudad que debe recorrerse con tranquilidad para poder perderse en todas las historias y leyendas que albergan sus edificios, algunos de ellos con muchos años de historia.

Varias visitas guiadas organizadas por el Ayuntamiento de Jaca mostrarán los diferentes enclaves de la ciudad. La Jaca Medieval recorrerá la catedral de San Pedro, el Museo Diocesano, el Antiguo Hospital, el Sarcófago de Doña Sancha, la Torre del Reloj y el Ayuntamiento, mientras que si se opta por visitar la Jaca Modernista se podrá ver el Casino de la localidad y múltiples edificios representativos de este estilo arquitectónico. Descubrir la Jaca más desconocida es un reto para todos los que se acerquen al Monumento a Ángel Orensanz para discurrir por los diferentes miradores y senderos.

Pero un recorrido por Jaca no puede terminar sin pasar por algunos edificios emblemáticos como la Ciudadela, la iglesia de Nuestra Señora del Carmen o el antiguo hospital. Así como tampoco hay que dejar de visitar otros cercanos como el Fuerte de Rapitán, el Monasterio de las Benedictinas o el de San Juan de la Peña.

Dulces tradicionales

La repostería es un aliciente más dentro de la gastronomía de Jaca. La ciudad tiene numerosas pastelerías tradicionales como Echeto o La Suiza, que ofrecen múltiples opciones para aquellos a los que les gusta el dulce. Los jaqueses, los condes, los lazos, los corazones, las patatas de Jaca y las coronitas de Santa Orosia son perfectos para terminar cualquier comida. La oferta se completa con turrones artesanos, pasteles, tartas y pastas de té, que hacen del postre una obligación para todo aquel que pasa unos días en la localidad.

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