Calidad, esfuerzo, innovación y sostenibilidad. Estos son los valores sobre los que se construyó la empresa aragonesa Cebollas Jumosol, cuyos inicios se remontan a los años ochenta. Conscientes de que la mejor opción de futuro era elaborar y vender sus propios productos, esta familia de agricultores comenzó a introducir en el mercado formatos innovadores.

Como principales impulsores de la Denominación de Origen Protegida Cebolla Fuentes de Ebro, muchas de sus brillantes ideas giran en torno a esta deliciosa hortaliza. La cebolla pelada y cortada, por ejemplo, ha sido uno de sus grandes aciertos. Otra de sus novedades más curiosas es la cebolla caramelizada. "Hemos logrado adaptar una receta familiar para que los consumidores puedan tener esta delicia sin tener que pasarse cinco horas cocinando. Además, está buenísima", afirma Daniel Molina, CEO de Cebollas Jumosol.

El respeto por el medioambiente es parte intrínseca de su estrategia. Este año, han presentado una bolsa biodegradable hecha por completo de papel.

En un mercado tan competitivo como el actual, aseguran que la diferenciación es clave. "En lugar de quedarnos en un producto fresco de gran calidad, hemos dado el salto, apostando por hacer llegar al consumidor la cebolla en diversos formatos de una forma fácil y sostenible -incide Molina-. Es nuestra forma de poner en valor un producto de la tierra y hacerlo llegar a toda Europa".

Daniel agradece el Accésit al Proyecto Agroalimentario más Innovador patrocinado por Caja Rural Aragón: "Esta nominación es un reconocimiento al trabajo que llevamos haciendo todos estos años".

Ir al Especial III Edición Premios Heraldo del Campo