Invertir en las mujeres, acelerar el progreso’ es el lema que promueve hoy Naciones Unidas (ONU) con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer. Concretamente, señala que se necesitan 360.000 millones de dólares más al año para lograr la igualdad de género en el mundo y el empoderamiento de las mujeres en todos los objetivos globales clave, incluidos los del fin de la pobreza y el hambre.

Según este organismo internacional, es importante aplicar una financiación con perspectiva de género para reducir las brechas socioeconómicas que existen en la actualidad. Igualmente, podría erradicarse la violencia contra las mujeres, gracias a la implantación de unas políticas eficaces para mejorar la asistencia a las víctimas.

También las reformas institucionales y el liderazgo en posiciones de toma de decisión se incluyen en la Agenda de Desarrollo Sostenible para el 2030, expresamente en el objetivo número 5, dedicado a la igualdad de género. Desde Naciones Unidas, se recuerda que la transición a una economía verde implica también la apuesta por una nueva sociedad donde se amplifiquen las voces femeninas y se tenga en cuenta el peso de los cuidados.

El mercado laboral, en el centro

Las diferencias entre las condiciones de trabajo de los hombres y las de las mujeres se encuentran en el germen de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y, a día de hoy, siguen centrando gran parte del discurso reivindicativo del colectivo femenino.

En Aragón, la brecha salarial se sitúa en el 18,64%, según el último informe realizado por UGT y recogido en las páginas de este diario, que equipara el porcentaje a la media nacional. Tal y como explican desde el sindicato, entre los factores que influyen en esta brecha salarial uno de los que más peso tiene es la jornada a tiempo parcial que copan mayoritariamente las mujeres, a veces de forma voluntaria y otras no, al estar sobre todo presentes en sectores como la hostelería, la atención al público en tiendas, la limpieza o el servicio doméstico. Esto también evidencia que todavía existen trabajos ocupados casi de forma exclusiva por mujeres, que se caracterizan, además, por los bajos salarios.