Un parón con beneficios para el medioambiente

A pesar de las terribles consecuencias sanitarias, económicas y sociales que la crisis del coronavirus ha tenido en todo el mundo, existe un ámbito que ha mejorado notablemente desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase el brote del Covid-19 como pandemia: el medioambiente.

Así, el confinamiento de la población para atajar la enfermedad se ha traducido en la caída en picado de las emisiones de gases de efecto invernadero. En España, se desplomaron un 32% respecto a la media de 2019. Mientras que en el mundo fue del 17%, lo que las situaba en los niveles más bajos desde la Segunda Guerra Mundial. Los datos se dieron a conocer el pasado 19 de mayo gracias al estudio que llevaron a cabo investigadores de la Universidad de East Anglia (Reino Unido).

Un freno global

El parón que ha sufrido la intensa actividad que predomina en las sociedades modernas, especialmente en lo que se refiere a las operaciones empresariales y al transporte, ha llevado a este nuevo escenario, con respecto al cual multitud de expertos sostienen que podría volver cambiar en las próximas semanas a medida que se vayan revirtiendo las citadas limitaciones.

Una serie de circunstancias que deberían invitar a la reflexión sobre la búsqueda de modelos más sostenibles, sobre todo si se tiene en cuenta que el aumento de las emisiones de gases como el CO2 tiene una relación directa con los impactos que produce el cambio climático.

En este sentido, el pasado mes de septiembre cientos de miles de personas salieron a la calle en todo el mundo en la huelga por el clima para advertir de los peligros del calentamiento global. Una grave problemática a la que el coronavirus ha dado una tregua pero que sigue precisando una solución urgente.

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