Flexibilidad, conciliación o teletrabajo son conceptos con los que hoy estamos familiarizados, pero que hasta hace unos años no estaban tan integradas en el día a día de los entornos laborales. En un momento dado, desde los puestos de responsabilidad de numerosas empresas se entendió que dar facilidades al trabajador en materias como las citadas podría ser beneficioso para la productividad.

Una situación que está directamente relacionada con la motivación, un factor clave para mantener una buena atmósfera en estos lugares y en la que, además de cuestiones como las salariales, la formación juega un papel clave. Así, son muchas ya las compañías que tratan de integrar diferentes cursos en su actividad con el fin de complementar la formación de los empleados, potenciando y reteniendo de esta forma el talento.

Las nuevas tecnologías, la gestión y el liderazgo, la innovación, la organización de eventos o los idiomas son algunas de las principales áreas sobre las que versan estos programas, de cuya organización se encargan cada vez más empresas, ofreciendo modalidades presenciales y ‘online’.

Pasos a seguir

Para llevar a cabo este tipo de acciones, los expertos destacan la importancia de comenzar por identificar y clasificar todas y cada una de las necesidades formativas de los empleados y de la compañía, para lo cual es necesario conocer con detalle cuál es la política y los objetivos empresariales. En segundo lugar, se recomienda estudiar y seleccionar las opciones formativas que se consideren más convenientes y ajustadas a las necesidades corporativas. Y, por último, es fundamental evaluar el desarrollo y el cumplimiento de la formación escogida una vez haya concluido.

En cuanto a los métodos en los que se enfoca la capacitación laboral, los profesionales del ámbito recomiendan decantarse por la variedad de formatos, al propiciarse esta la efectividad y permitir abarcar distintas herramientas de acuerdo con los perfiles de los empleados. Uno de los más populares es el de la gamificación, que consiste en la enseñanza de contenidos a través de diversos juegos; ‘e-books’, si se trata de orientar el aprendizaje de forma documental; y vídeos, una herramienta didáctica y acorde con las tendencias actuales de consumo de información.

Otra de las fórmulas por las que más se está apostando en los últimos años son los posgrados, cuyos conocimientos el empleado puede adaptar a los intereses de la empresa y que contribuyen al crecimiento del personal en diversos ámbitos.