Fayón

El actual municipio de Fayón se construyó en el año 1967, cuando el antiguo quedó sumergido bajo las aguas del Ebro a causa de la construcción del embalse de Ribarroja, a excepción de la torre de la iglesia de San Juan. Desde el Mirador del Ebro, donde está situada la ermita de la Virgen del Pilar, se puede admirar la panorámica que forman el embalse, la desembocadura del río Matarraña y las montañas que rodean la cuenca, además de los restos del castillo que coronaba el viejo Fayón. Los más de 210 kilómetros de costa interior y los bosques de ribera hacen de este municipio un auténtico paraíso de la pesca –donde abundan especies como el siluro, la carpa o el black bass- y el escenario ideal para todo tipo de deportes náuticos (piragüismo, esquí acuático, vela…), aunque la experiencia turística más característica es descubrir la historia de la localidad desde en una embarcación, el 'llaut', que emula las antiguas barcas que navegaban por el Ebro.

Chiprana

El entorno natural de Chiprana, dominado por el embalse de Mequinenza, es el escenario perfecto para practicar la pesca y todo tipo de deportes náuticos. Además, los visitantes también podrán recorrer el paraje de 'las saladas’, ecosistema natural único formado por un conjunto de lagunas endorreicas con alto nivel de salinidad. El casco urbano de la localidad está presidido por la monumental iglesia gótica de San Juan Bautista, cuyo interior alberga pinturas mudéjares del s. XVI y una techumbre de madera del mismo estilo.

Caspe

Además de ser uno de los mejores destinos para los amantes de la pesca y los deportes náuticos, Caspe también dispone de una gran riqueza patrimonial, como la Colegiata de Santa María, uno de los mejores ejemplos del gótico aragonés; los restos del castillo medieval de Bailio, donde tuvo lugar el Compromiso de Caspe; las hermosas casas-palacio, como la de Piazuelo-Barberán; o los restos del mausoleo romano de Miralpeix, trasladado a la ciudad al construirse el embalse. A las afueras, se alza la torre de Salamanca, erigida durante las guerras carlistas, que, en la actualidad,  acoge el Museo de Heráldica de la Corona de Aragón. Por otro lado, el pasado íbero de Caspe puede descubrirse en los yacimientos de La Tallada y Loma de los Brunos.

Maella

A orillas del río Matarraña, la localidad de Maella, donde nació el escultor Pablo Gargallo, está custodiada por los restos de su antiguo castillo. En su casco urbano sobresalen la Torre del Reloj y las iglesias de San Esteban, del románico tardío, y de Santa María, levantada en el siglo XIV sobre una primitiva ermita o pequeña iglesia de origen templario. Los amantes de la naturaleza podrán disfrutar de ella siguiendo en bicicleta el cauce del río Matarraña.

Fabara

En el límite con la provincia de Tarragona y bañada por el río Matarraña, la localidad de Fabara cuenta con uno de los mausoleos romanos más antiguos y mejor conservados de España. En su núcleo urbano se puede visitar la iglesia parroquial de San Juan Bautista y el museo dedicado al pintor Virgilio Albiac, oriundo de la localidad. Además, por Fabara pasa el sendero del Bajo Matarraña, procedente de Maella y con destino Fayón, un recorrido perfecto para los aficionados al senderismo y a la BTT.

Nonaspe

Ubicado sobre la confluencia de los ríos Matarraña y Algars, el entorno natural de Nonaspe es ideal para la práctica de deportes al aire libre, como el senderismo, la 'mountain bike' o la pesca. Las calles de la localidad, de trazado árabe, están enmarcadas por bellos ejemplos de arquitectura tradicional.  En la parte alta del pueblo se asienta el castillo, un antiguo castillo-palacio de estilo gótico, hoy sede del Ayuntamiento. Además, los turistas podrán visitar el Museo Etnológico.